Del buen dormir ejemplo,
la armonía del sueño de Isadora
es como un caso aparte:
mientras yo la contemplo,
cuando abandono el lecho desvelado,
enseguida se adueña su estandarte
de la entera extensión de nuestra cama.
Y así, de lado a lado,
con natural talento se programa
y se instala para seguir la noche
y algunas horas más, ya de mañana.
Y luego, ya cantando, pone el broche
al abrir la ventana
igual que un pajarito en una rama.
"Una nuez y un guisante en la explanada"
es un código a medias compartido
de sentido secreto revestido.
Permitidme, en estos días de asueto,
no deshacer del todo ese secreto,
ni del todo los puntos suspensivos...
de los lances festivos,
ni contaros apenas casi nada
que no sea el aroma del café,
las curvas seductoras
y el armonioso sueño de Isadora.
Maravilloso blog, señor Hipocampo. Es un placer leerle cada día.
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