Se avecina un encuentro que tiene todos los visos de ingresar en la categoría de inédito espectáculo/tarde de té.
Por lo pronto, será difícil no suponer la intención algo frívola que quizá haya en el formato, lo convencional de unos criterios de homologación que harían bueno aquello de "los niños con los niños, las niñas con las niñas", viejo -- y rancio -- dicho de quién sabe qué preguerra.
Como "ellas, también", se ha convocado un debate a cuatro en el que van a intervenir unas más o menos lideresas (que es un palabro casi tan infame como miembras, ambos forzados, impropios y espureos) de esos partidos políticos que pretenden llevarse el gato al agua.
Cabe entrever ya la expectación que se está creando alrededor del asunto: cuál será el grado de beligerancia de sus respectivos discursos, la real importancia de sus puestos en la alineación de sus correspondientes equipos y, sobre todo, los más, ya se frotan las manos calculando quién de ellas irá con mejor imagen y quedará más maja, dicharachera y convincente.
Aunque para otros, sería mejor un debate incluso mixto donde se formulasen soluciones y se demostrara la credibilidad en ellos y ellas.
Lo del 9, ¿es el feminismo, la igualdad? Apaga.
Lo del 9, ¿es el feminismo, la igualdad? Apaga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario