del feminismo más bobo, está de enhorabuena.
Ocurrentes hagiógrafos, valedores y paladines (o paladinas, valedoras y hagiógrafas) de esta escuela de desternillantes, tardías y devaluadas seguidoras de Victoria Kent, han llegado al punto culminante de su cruzada igualitaria y van añadiendo al muñequito (= icono, en la jerga refitolera del diseño vanguardista) una histórica, clásica, ideológica faldita que definirá de modo indudable e indeleble su género, derogando la malsana tradición que con tanto menosprecio y ninguneo se ha ejercido por el maligno patriarcado desde que se inventaron los semáforos.
Ha sido laminada y condenada a la más furiosa hoguera inquisitorial, la objeción de que la figurita con silueta de piernas separadas vigente hasta ahora, podría ser también en estos tiempos el símbolo de los miles de millones de pantalones que utilizan las mujeres con aplastante y liberadora frecuencia.
En cambio, gana apoyos con rapidez la moción que pretende redondear esta novedad de la inteligencia humana tiñendo de color rosa la actualizada y reivindicativa señal.
¡Qué primor!
Estamos llegando... digo mal, hemos llegado al absurdo
ResponderEliminarEstamos llegando... digo mal, hemos llegado al absurdo
ResponderEliminarEsto es la política de los partidos de nuevo cuño y trasnochadas ideas; crear problemas y luego hacer como que los solucionan.
ResponderEliminarEsto es la política de los partidos de nuevo cuño y trasnochadas ideas; crear problemas y luego hacer como que los solucionan.
ResponderEliminarY no digamos lo del Cngrs d ls Dptds. Que cada uno ponga las aes y las oes donde le plazca. Perdón, se me olvidaban las ees, para los no muy definidos
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