Aunque, como
ya os tengo escrito en alguna ocasión, me desconcierta y choca el formato de
cine “musical”, con esa cosa artificial y cursi de liarse a cantar los
personajes sin mayor ton ni son, me la jugué con “Wicked”.
Y -al césar,
lo que es del césar- la “peli”, si descontamos ciertas tontunas sentimentalonas
y, lo más natural en un cuento, ingenuos deslices de los que el género no
escapa, es un espectáculo fabuloso, con piezas musicales muy correctas,
coreografía de primera, ambientación a juego y empleo brillante de la
contemporánea tecnología disponible.
En esta
suerte de Mago de OZ, se luce la bruja protagonista y, en la apoteosis final,
concluimos que, al lado de eso, Superman es una mierda, ya te digo.
Completamente obsesionado con Igual que una noria...la descubrí hace poco y la escucho todos los días juntos con mi hija recién nacida la semana pasada. Qué gran canción
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