domingo, 7 de agosto de 2022

Norma Jeane

 

Seis décadas se cumplen de tu muerte

que “las redes” recuerdan estos días.

Con la joven edad que yo tenía,

esa jornada de tu mala suerte,

está claro que fuera un imposible

calibrar bien, en su justa medida,

la dimensión sensible

de aquella no prevista sacudida.

 

Pero como un asunto que la niebla

del tiempo, cosa rara, no deshace,

puedo recuperar el desconcierto

-absorto en mi pupitre de la clase-

que me produjo, inaprehensible y vaga

y por sorpresa, la noticia aciaga.

 

Que todo pasa.

Porque a fondo aprendemos

lo transitorio de toda certeza,

¿cómo es posible este indeleble extremo

del vigente esplendor de tu belleza?

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