lunes, 30 de noviembre de 2020

Entre muros

 

Imposible fuera que una celebridad tan gigantesca no produjese, a tu muerte, notición de tanto calibre y tan global magnitud que, de modo inevitable, no se viera atrapado entre dos muros de fanatismo:

De un lado, la legión infinita de seguidores que te endiosaron durante décadas y con pétrea ceguera están dispuestos a perdonarte lo que sea, a cambio de las numerosas satisfacciones que recibieron como vibrantes espectadores de tu indiscutido oficio.

De otro, una ciertamente más reducida hueste que te aplicará el rigor de una moral y unos criterios socioculturales contemporáneos, condenando sin ambages, incluso ocasionalmente con furiosos e inapelables anatemas, tu conducta privada, profusa, todo hay que decirlo, en excesos y sobresaltos, aunque desde luego palidezca al lado de la de cualquier etarra o así, que curiosamente levanta ampollas muy menores y según de quién (vaya tela) hasta ditirambos e impasables aplausos.

 

Para un distante observador, para un no aficionado, las pasiones que tu fenómeno ha desatado son una fascinante muestra de energía y de quién sabe de qué más o de qué menos.                 

domingo, 29 de noviembre de 2020

Decíamos del "Cejas"

 

Cuando escuchamos por televisión

el parloteo de tus vacuidades

(con este temporal de adversidades

y de zozobra en el corazón);

cuando vemos tu estampa relamida

de sólo títere al que una componenda

de gente montaraz y desabrida

le ha entregado las riendas;

cuando esgrimes con movimientos torpes

la batuta al frente de la orquesta

y eres un director tan irrisorio

como un gallo sin cresta…

aunque “no pasa ná.

Que sepas que ser, eres”

un ente tan difuso y gaseoso

que nos hacemos cruces, asombrados

de ver por qué caminos se ha llegado

a un resultado tan zarrapastroso.

 

Ni tus socios te dejan

del todo hacer lo que te da la gana.

Decíamos del “Cejas”

¡y anda que ahora, con este pelanas!

viernes, 27 de noviembre de 2020

Como todos hemos visto

 

no más para darte pisto

y volverte un mar de males

-porque para más no vales-

al sillón te has retrepado

por medio de una chapuza.

Y aunque solo no podías,

no ha faltado la gentuza

que te apoya cada día

en tu ambición y tu antojo.

 

Dan sonrojo

tus cínicos gorgoritos,

tus embustes inauditos

y el pedernal de tu cara.

Cual importuno esperpento

no tienes conocimiento;

conque para ver qué pasa

habrá que mandarte a casa,

en algún momento, al Tío

de la Vara.

jueves, 26 de noviembre de 2020

Puente Genil: piedras en el lecho de un río

 

Vamos terminando noviembre, mes de cumpleaños para los nativos del signo de Escorpión. Hoy toca tormenta por Cádiz, una de esas tardes no frecuentes en las que el cielo se pone de dramático color plomo y se viene arriba, con relámpagos y truenos a distintas distancias.

Con probabilidad, porque el recuerdo vuelve, ya habré referido en algún “blog” de tiempo atrás (y cómo pasa: siete años ya de este entretenimiento, de este descargo, ilusionado o amargo que sea) que a papá y a la abuela Clotilde, tan visigodos de nombre los dos, les gustaban estos días y tardes de lluvia.

De entre la colección de matices del carácter que de ellos reproducen mis genes, reviste éste una especial coincidencia, un enganche afectuoso y convencido que cualquier psicólogo desocupado descifraría con metáforas y circunloquios, si alguna importancia quisiéramos concederle a su análisis.

Y ésta, que seguramente parece fruslería, quizá tenga un porqué, una modesta aunque íntima calidad, cuando nos demoramos en el sueño, en la atónita posible experiencia de que acaso somos puntos de una línea infinita, de una carrera de relevos sólo a medias consciente, contingente, a lo peor algo prescindible, pero que por ahí abajo, en lo hondo de lo que no nos explicamos bastante, ingenuamente aspira a la absorta estabilidad de las piedras.                

miércoles, 25 de noviembre de 2020

¿Qué va a ser?

 

Cuando, en otro alarde de tu famosa desvergüenza, afirmas que, junto con Alemania, daremos el primer ejemplo de eficacia en el asunto ese de la administración y la distribución de las vacunas (que tú lo sueltas con la palabrería equivalente que sea y sin visible, no digo ya espasmo, sino contracción pasajera de facciones o siquiera ínfimo, instantáneo pestañeo), nadie queda de tu feligresía, si descontamos los interesados fanáticos de la secta o los beneficiarios del pesebre.

Confesos o disimulones, los ciudadanos sienten la inevitable desconfianza que, con tu equipo de faroleros, has sembrado de un tiempo acá, y que resalta como característica preferente de tu recorrido.

Por si fuera poco, la competencia entre los laboratorios fabricantes de la “panacea”, con sus modificaciones de porcentajes de resultados y sus diferentes precios al consumidor, no están ayudando al acto de fe que a los españolitos (de sobra y con motivos, escarmentados) se nos solicita. Los tímidos tanteos de opinión, las desmadejadas encuestitas de calle, van poniendo de manifiesto una actitud más bien recelosa, a pesar de las ganas que tenemos del “rayo de esperanza”.

¿Vakuna Matata?               

sábado, 21 de noviembre de 2020

Comentarios

 

-Hipocampo, según el día, se os nota alterado.

-Poco es ello; bien podéis añadir decepcionado y escéptico. Y es que cuando no logro mantenerme en el relativo aislamiento del acuario…

-Verdad es que el panorama dista de ser luminoso.

-¿”Luminoso”, decís? ¿Y “dista de ser”? Pardiez que he de atribuir a la ironía tales eufemismos. Que lo que más se exhibe en el escaparate, al lado del marronazo del virus, es la colección primavera/verano (y otoño e invierno) de los pescadores en el río revuelto; y el magma de parásitos que, resignados a o agradecidos de las migajitas, alientan el insaciable medro de quienes, con el descaro de la impunidad, se meriendan la tarta.

-¿Por ventura le veis arreglo?

-Nada que, de momento, lo parezca. Demasiado cansancio en el personal, demasiadas anestesias inyectadas para que el embotamiento prolongue su devastadora sumisión.

-¿Y los nostálgicos?

-Inviables y penosos, de la facción que fueren: una panda ansiosa de reincidir en el “éxito espectacular” que ya se demostró en la URSS, Cuba, Venezuela, etc. con descerebrados y malintencionados que pretenden el remedo tardío de anacrónicos remiendos fracasados; unos brotes de catetos, añorantes del espíritu residual de la tribu. En espera, los otros (que no es un título del cine), imaginando que se puede repetir la Historia.

-¿Y no?

-No sé qué os diga. Incluso en “los países de nuestro entorno” se dan los locos sueltos. Y sobre todo, nuestra Spain is so different…

-Volved al acuario y por vuestros fueros. Escribid de amoríos.

-Quizá.  

viernes, 20 de noviembre de 2020

Entre desesperados signos de interrogación

 

¿Alguien sabe si en la Tierra existe alguna otra nación que, como España, consiente y encima financia a sus enemigos, a aquellos que con manifestaciones explícitas y comportamientos ídem. se empeñan en destruirla?

¿Alguna otra nación que, contra toda lógica, como si careciera de la menor inteligencia, se deja chulear y erosionar por tantos miserables como se sientan en el Congreso, añadiendo el escarnio de decir que, también ellos, nos representan?

¿Alguna otra nación que soporte un número mayor de gentuza, de mierdosos?

¿Hasta cuándo, tanta gente decente como también hay, será empujada al desastre?

¿No reaccionaremos, no diremos “se acabó”, cabronazos?         

jueves, 19 de noviembre de 2020

Los versos de hoy

 

-¿La digresión de ayer?

-Más que una broma,

que el asunto no habría consentido,

era la coincidencia entre dos frases,

como un eco o un latido.

Y de paso, un aviso:

toro que a todos pilla,

aparte de ser más que un compromiso,

puede ser el refrán del que a Sevilla

se fue y perdió su silla.

-¿De El Paso, has dicho?

-Acaso será ése un buen lugar

para el cuento de hoy que es lo que toca,

que si la fantasía se desboca

saldrá un texto que dé para canción

escrita en la frontera.

- “Póker de amor”, ¿no era

de tu cosecha un tema con mestiza?

-Eso es así; mas vamos

con el caso en cuestión o han de tacharnos

de circunloquio a modo de paliza.

 

POR EL PASO

 

Nunca te dio su número, mestiza.

La cuestión fronteriza

que enfrenta a policías e ilegales

nada supuso entre vosotros dos,

que en la pasión ambos erais iguales.

 

En la tierra caliente de tu tierra

no hubo tregua ni paz en esa guerra

que la atracción de súbito surgida

declaró en las miradas encendidas,

en el roce de cuerpos sudorosos,

en la exasperación de unas caricias

que, interpretando inéditas delicias,

siguieron asomando en vuestros sueños

muchos años después.

 

De las pocas jornadas

de duración que tuvo la aventura,

¿algo ha dejado el Tiempo con su usura?

¿Algo de la lejana encrucijada,

del beso del final, la madrugada

de la postrer fusión, blanca y cobriza,

en una sola piel?

¿Qué habrá sido, mestiza,

de ti,

de él?      

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Un muelle, a rebosar

 

La moderación en el discurso y la calma, que tan bien suenan casi siempre, en ocasiones también pueden resultar el ropaje disimulón de la hipocresía, la evidente insuficiencia ante los problemas o, en el peor de los casos, el desentendimiento medio cínico con el que las respuestas se tiñen de impresentable seudofatalidad. Más o menos lo que la titular del ministerio de economía ofrece a la zozobra casi desesperada de Ana Oramas.

Problema no coyuntural, sino estable y de desgraciada duración: la inmigración ilegal (o invasión, que a la postre no es palabra distante) acentúa con sus crecientes avalanchas la extrema situación en Canarias. El asunto es, desde luego, más antiguo que el efecto llamada y las estupideces de Caldera/ZP (con poca memoria basta) y sus “papeles para todos”. Digresión, aunque no tanta: toros para todos, en Canal Sur TV. Seguimos. Raíces remotas, las que se quieran, explotación de África por Europa, que fue inmisericorde y que ahora se exasperan su descripción y análisis con los criterios nuevos del revisionismo ignorante y la obtusa corrección política que sobre todo predican (y no siempre practican) los progres y los meapilas, etc. etc.

Claro que la desigualdad, las injusticias; la riqueza y la pobreza con criminal arbitrariedad repartidas por el planeta. Todo eso y lo que queramos. Así que, en plena feria de que hay que eliminar o permeabilizar las fronteras, porque son malísimas, desbordados los “centros de acogida” (dulce eufemismo), iremos llenando los hoteles, las instalaciones militares y así, pero no habrá barco para tanto pirata ni tampoco autobuses que trasladen (está el mar por medio) a los recién llegados a Madrid, en donde por lo visto nadie va a señalar que las pateras no tienen fácil lo de contactar directamente con Alemania y la Merkel, Dios mío, qué madeja tan enorme para desliar.      

martes, 17 de noviembre de 2020

El fantasma de la ópera

 

Para mentir con tanta contumacia

es menester un “máster” de frescura,

de especialización en las falacias,

de canalladas y de caradura.

Prometer unas cosas que sabías

que no ibas a cumplir de ningún modo

da la medida de tu bastardía

y de lo descompuesto de tu lodo.

 

¿Qué resentido encono

vive en tu corazón de baratijas?

¿Qué condición ruin de sabandija

te desafina cada semitono?

La interminable sarta de patrañas,

los embustes, blindándote el sillón

son remedo perverso de las rimas

que con la lira eructaba Nerón.

 

¿Para cuándo la estatua

que pretenda fijar en la memoria

las porquerías de tu trayectoria,

tu delincuente realidad de escoria?

lunes, 16 de noviembre de 2020

50 años después

 

Quienes consulten estas reflexiones

que el Hipocampo, atribulado, escribe

habrán notado en más de una ocasión

que al Comodoro aluden. Sea el Caribe

o estos mares del Sur su situación,

este “brother in arms” está injertado

en el perfil de nuestro acantilado

y en las zarandeadas entretelas

que gasta el corazón.

 

Que sólo sea un “malpaso” en esta historia

la niebla que esperamos transitoria;

el tropezón que afecta a su salud,

una cuerda gastada del laúd

que se repone, y a cantar victoria.

 

Nos quedan sepionets por degustar,

unas “birras” y un cielo de tocinos;

algunas curvas más por el camino

en nuestros “bugas” de ya veteranos,

de piratas con mapa del tesoro,

de “señores mayores”,

de casi “chicos de oro”.   

sábado, 14 de noviembre de 2020

Un jueves cualquiera

 

En varias ocasiones había recordado aquella peligrosa crisis epiléptica que casi se lo lleva por delante y el sentimiento predominante que le hizo experimentar: la tristeza de perder la belleza del mundo.

No lo asaltó el temor, a él que nunca presumió de valeroso, en la crujía de aquellas jornadas. Y antes, y luego, como cualquiera, había oído comentar con frecuencia esa quizá leyenda de la película de nuestra vida pasando velozmente ante nosotros en el instante final, en la hora decisiva de morir.

También, lo de la luz al fondo del túnel, expresión que, de aplicarla con tanto manoseo el común de las gentes, había adquirido un lamentable sentido de decadentísima y cursi chorrada.

Ninguna de esas ideas lo visitó ahora. En cambio, y antes de apagarse por completo en el último “sonido del silencio”, alcanzó a pensar: “hoy ha sido jueves”.

jueves, 12 de noviembre de 2020

"Mangas verdes"

 

Porque ese cargo, alto y exigente,

ha de medirte el temple asiduamente,

no es imposible, Biden, que, a tus años,

tu discutible resto de energía

te ponga a dura prueba.

Con lo que eso conlleva

de avatares y de quincallería,

de taquicardias y de desengaños.

 

Que en lo que ya me encuentro

no tan lejos de tu avanzada edad,

si, a poco, me concentro,

doy en pensar que en tanta actividad

como le corresponde a un presidente

no va a tener un hueco tu destino

para el tiempo prudente

que pide “la sopita y el buen vino”.

 

Y espectadores agoreros hay

que ya están en un ay,

“oyes”, cómo es la gente:

que a un paso por detrás

de tu podio eminente

te contemplan los ojos picarones

y el empujón y todo lo demás

que va a darte Kamala con su guasa.

Ya veremos qué pasa.

martes, 10 de noviembre de 2020

Todo un detalle

 

En este año puñetero, de cuyas dificultades parece que ninguno nos iremos de rositas, es todo un detalle que diferentes comunicantes, colegas, meros conocidos y desconocidos, amigos e incluso familiares hayan manifestado con su felicitación que en sus afectos y su memoria (que puntualmente refresca Internete) conservan un lugar que, aun de variables dimensiones, da otro a mi gratitud y reconocimiento.

A la íntima soledad del ser humano que quizá somos todavía, le vienen bien estas voluntarias muestras de acompañamiento. De esas señales a estas líneas que escribe el Hipocampo, ojalá permanezca el puente de la palabra GRACIAS.  

domingo, 8 de noviembre de 2020

El baile de los vampiros

 

Un Congreso pomposo

con 300 y pico diputados

(dietas, emolumentos, artilugios

de alta tecnología)

y esa orgía

del cachondeo de los aforados

haciendo de las leyes su refugio;

un desgobierno y muchos ministerios

y asesores y vicesecretarios

y coches oficiales y prebendas

concedidas a toda componenda

entre colegas de signo sectario;

y partidos políticos y golfos

y sindicatos,

todos subvencionados;

un despilfarro atroz multiplicado

por tantos gobiernitos regionales.

Y en este mar de males…

como siempre nos suben los impuestos

porque mansos, pastueños ciudadanos,

¿alguien sabe cómo se paga esto?

 

A través del planeta

y antes de que se vaya a hacer puñetas,

¿seguirán imprimiendo los billetes

en máquinas corrientes?

¿O en las nuevas 3D

-falsificados “de curso legal”-

a ver quién corre más

con el papel moneda de juguete?

 

¡Vaya farsa, queridos,

esta comparsa a tope de bandidos!