Impresionantes,
tristísimas las noticias, las imágenes que nos llegan.
Y
admirables, conmovedoras, reconfortantes la actitud y la entereza de las
personas afectadas, la solidaridad con ellas de los vecinos.
Inestimable
y valiente al máximo el comportamiento de los bomberos que luchan incansables
contra esa adversidad pavorosa, contra esa catástrofe.
Esa
es la gente buena que abunda en nuestras regiones, en nuestra Nación.
Por
eso, cuando la manipulan y se aprovechan de su buena fe para engañarla y
sonsacarle los votos con falsas promesas y mentiras embaucadoras, con trampas
de escándalo, con la verborrea podrida de ideologías inútiles, da infinita rabia comprobar la estricta basura de que están
fabricados estos gobernantes imperdonables sólo atentos a su medro personal, a
su relumbrón ridículo, a su indignante corrupción, a su apego vicioso al poder
y a la perpetuación de unas prebendas que ni por el forro merecen.
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