domingo, 10 de julio de 2022

Metafísica y avatares del cuello

 

Que la corrección política parece una variedad ñoña e hipocritona de la misericordia puede ser una razonable aproximación.

Y al no ser el Hipocampo mayormente aficionado a esas elusivas ilusiones, no habrá por qué rebajar de imbécil la modita esa (que demasiados años ya nos han echado encima) que impone en las camisas de caballero unos cuellos ridículos a fuerza de escasos, miserables y cicateros, con un ángulo de abertura desproporcionado y tan obtuso a veces que raya en la horizontalidad.

Ud. no encuentra otras opciones en los establecimientos del ramo. Y es lamentable comprobar el sometimiento de la clientela a tan arbitraria y unánime decisión por parte de quienes se ufanan de ser los “oráculos” del buen vestir.

Como consecuencia, no existe corbata de pala que encuentre el clásico marco acogedor que denotaba empaque y armonioso equilibrio; por el contrario, esos trozos de tela, que aún se mantienen como minoritaria concesión a la fantasía varonil, parecen a punto de desbocarse como caballos en estampida o dogales mal resueltos. Y por supuesto es misión imposible instalar en tales cuellos menoscabados cualquier corbata de lazo o pajarita que se precie, sin que salga volando, claro.

Semejante acorralamiento empuja al cliente a recabar la asistencia de camiserías a medida, cuya oferta de cuellos es todavía algo insatisfactoria y cuyos precios rondan el abismo.

Desde estas líneas, el Hipocampo hace constar su protesta desolada y se propone ilustrar con alguna imagen las aludidas y perseguidas soluciones.

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