martes, 22 de marzo de 2022

Rosalía y sus galaxias

 

Incluso los más escarmentados, los escépticos profesionales, los veteranos conocedores del adagio que reza que “no se puede decir ¡ZAPE! hasta que pase el último gato”, habrán de rendirse ante esta táctica eficacísima con la que, una y otra vez, se nos pilla a traición, todavía (hay que ver) desprevenidos.

Porque para que lo inesperado toque a Vuesas Mercedes de nuevo, ahí asoma “Hentai”, de línea esquemática, fragmentaria y bella, condensando atrevimientos que aspiran a una iconoclastia menor y a la que SÍ cabe el reparo de tantos autores mancomunados para una letra que desde luego no constituye -quizá ni lo pretende- un prodigio literario sino un poco de jerga entrecortada para sugerir pequeñas sensualidades que juegan a un “rebujito cocktail” cuyos ingredientes aparentan, y sólo eso, ser inocentes descaros y calenturas.

Pero resulta que es una canción notable que por instantes remite (no lo van a creer) a camuflado vals y tres por cuatro; y provista de gran independencia en el arreglo de libérrima percusión a ráfagas de metralleta.

La ya proverbial puesta en escena de los generosos videoclips que a Rosalía ensalzan, vuelve a subrayar el nivelazo sin límites visibles que consagra la carrera de esta asombrosa astronauta de la música popular y sus propuestas más vehementes.

Con una carga de amor a todo trance y trucos en la voz, tampoco se pierdan “Como un G”, de esta misma brava cantaora.

 

Observad: estamos yendo a otro mundo.

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