viernes, 25 de marzo de 2022

Urgente

 

La creciente prepotencia, la soberbia, los desprecios de los actuales barandas al mando contra todos nosotros ponen el pelo de punta. De estricta actualidad, el tufo a “mis ovarios, sobre la mesa” de la encargada del ministerio de transportes, flanqueada por otras dos de similar jaez. Autorizada y respaldada por el nefasto Pedro, jefe máximo, es decir, responsable (¿y por qué no, culpable?) máximo. Que la nombró a dedo o con el subterfugio de la cuota, y ahí en el cargo la sostiene para insultar y calumniar a los camioneros.

 

Lo que se está pidiendo es que haya un arbitraje decente e imparcial entre los explotadores y los explotados, que defienda a éstos de aquéllos. Que ese arbitraje elimine, o al menos reduzca con rigor, los demasiados eslabones intermediarios en la cadena esa de la que tanto se habla. Porque los dos eslabones de verdad indispensables solamente son el primero y el último; y lo que se pide es que si hubiere, por necesidad, que considerar algún otro eslabón, venga OBLIGADO a mantener su razón de ser y su intervención dentro de unos términos de vigilantes y vigiladas proporciones.

Lo que se pide es que haya buenas leyes y que se cumplan; y que se saquen las mafias del sistema.

 

¿Subvenciones como de costumbre, canijas, transitorias, que pagaremos entre todos? ¿Con requisitos burocráticos infinitos para casi imposibilitarlas? ¿Hipócritas trocitos de tarta de consolación para despistar y para maquillar el engaño? Y los millones de españoles (familias, pensionistas, jubilados, personas que no pertenecen a los sectores laborales acreedores teóricos a las “ayudas”) que quedan fuera, ¿que se jodan y sigan pagando precios de atraco?

Ni los que buscan tres pies al gato ni los que se andan por las ramas van a la verdad nunca sino al estorbo y al ruido.

Y si los gobernantes, mintiendo bellaco modo, después de perder el tiempo con reuniones inútiles, no resuelven los problemas, hay que echarlos de los sillones. Urgente.     

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