lunes, 7 de marzo de 2022

Feijóo

 

Quizá ya ha consultado a la Sibila.

Y el vaticinio que ésta le ofrece,

no vagamente sino con estremecedora precisión,

resuena en su íntima corazonada.

Pero también sabe

que no podría esta vez retroceder ante ese destino

sin que ello pareciese prueba indecorosa

de corto ánimo

o de infamante cobardía,

en la asamblea de sus propios tribunos.

 

Y porque ninguno de éstos

acaricie la tentadora evocación de Curro Romero

y sus legendarias “espantás”,

asumirá el mando y se aprestará

a despreciar los idus de marzo, de abril, etc.

que ya le advierten

que ni Ariel ni lejías serán poderosos

a eliminar las señales

que, en la túnica que viste ahora

para asistir al rito definitivo de su designación,

dejarán con alevosa mano

los traidores futuros que en el presente,

solícitos hoy, así lo aclaman.

No hay comentarios:

Publicar un comentario