miércoles, 25 de mayo de 2022

Mientras viene la fecha

 

No se trata quizá de que esto suene

a música de réquiem ni a barrunto;

sólo es que a veces voy y me pregunto

qué aspecto alcanzaré el día que truene

esa imagen final del tanatorio.

 

¿He de fingirme del Conservatorio

académico serio y ortodoxo?

¿Escritor de baladas que se mecen

en el satín de un rock contradictorio

o juglar de añoranzas medievales

y disfrazado amor en carnavales?

¿Adoptaré un semblante guitarrista/

derrotado, de artritis imprevista

que se enclaustró en su torre metafórica

a disparar de allí unos adjetivos

radicales, severos de retórica?

¿O un abuelo sin nietos y sin más

que consecuentemente

se borra en la memoria y deja atrás

con rapidez una vuelta de noria?

 

Cuando los calendarios, indolentes,

uno tras otro caen a la deriva,

en el tramo excipiente

-sin aspirar del todo a “Casta Diva”-

debo cuidar sin duda la figura

y reducir un poco la cintura,

coqueto como soy,

mientras viene la fecha y yo me voy.

2 comentarios:

  1. Siempre guapo, atractivo e interesante. Un poco picarón y disfruton de las buenas comidas y el buen vino. Un abrazo querido amigo.

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  2. Tarde mucho el momento, Maestro, que aún tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero. Un abrazo desde la sierra madrileña

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