domingo, 12 de febrero de 2023

Con "trazo gordo"

 

Otra cosa que también tenemos en la tribu son los brujos. Muchos; demasiados.

Pues bien, la variedad de éstos que llaman economistas, aunque en ocasiones discrepan entre sí con alambicadas teorías incluso contradictorias, en algo vienen coincidiendo (para respaldo oportunísimo de ese sindicato mafioso de imprudentes prepotentes que son los políticos del mundo): la receta para “enfriar la economía” y bajar la inflación de su presente estratosfera es FRENAR el consumo.

La palabra consumo tiene ciertas resonancias frívolas. Pero si la analizamos llegaremos a delicadas conclusiones.

Y que se diga enseguida lo del “trazo gordo” es fácil y también es verdad que estas líneas son de profano. Pero atentos.

Frenar o reducir el consumo, muy mucho implica y quiere decir, hipócrita modo, que el dinero -sueldos, créditos- sea tan inalcanzable y tan usureramente escaso y leonino que Ud. comerá menos y alimentos peores, que suelen ser los más baratos; que pasará fríos o calores significativos (aunque para el calor, el “listo” nos aconsejó no vestir con corbata) dependiendo del calendario; que Ud. dejará de viajar por lo cara que le ponen la gasolina; que se lo pensará interminablemente antes de renovar o adquirir ropa, mobiliario o electrodomésticos para una vivienda cuya ensoñada adquisición será parecidísima a la fábula de la zorra y las uvas; y así sucesivamente.

 

Pero claro, estos son comentarios de profano con “trazo gordo”. Qué sabré yo de las “ventajas y bondades” de la democracia, que Carlyle atinadamente describió como un caos provisto de urnas.                               

1 comentario:

  1. No se a qué economista ha oído usted decir que la inflación se baja reduciendo el consumo; como no haya sido a cualquiera de los hermanos Garzón...

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