martes, 7 de febrero de 2023

En este rincón,

 

en este “blog”, quedan referencias de algunos de los numerosos encuentros y anécdotas y ocasionales viajes que surgieron en nuestra amistad, que iba a cumplir 53 años el próximo mes de abril.

Con esta afición de hacer virutas con las palabras, te he nombrado Comodoro, cabo de la Escuadra de Gastadores, puede que Almirante de la Mar Océana…

Fantasías triviales, para embromar la vida y continuar en ella diciéndonos que nos quedaba todavía la cuerda natural, vale que no demasiada, de los ya muy veteranos marineros que fuimos en San Fernando.

Con insólita, con inédita fluidez, ningún (nunca) tropezón tuvo lugar entre nosotros. No había que esforzarse, y la afinidad y la comprensión y el compartido y orgulloso origen sevillano, ancla poderosa, se sostuvieron solos. Y el cariño que se da con respeto entre caballeros y “hermanos de armas”.

 

Ahora, desorientado en este no previsto vacío, miro el lucero del atardecer, la luna llena de estas noches. Siguen sin respuesta las preguntas fundamentales.

Desde ahí, Pepe, ¿hay algo que saber? ¿Por lo menos hay algo?

Te escribo, me escribo, el abrazo que ya no es posible.

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