sábado, 24 de septiembre de 2022

La pena mora del amor, Tamara

 

hace correr el llanto por tu cara.

Hoy es tarde de duelo y por la “tele”,

con profusión y morbo, el bisturí

de las lenguas de doble y triple filo

ahonda en la amargura de tus mieles

y ninguna puntada dan sin hilo

en Puente Genil, Lucena

y Loja y Benamejí,

testigos consternados de tu pena,

tu “blanca palidez”, tu luna llena.

 

Desdenes y desvíos de un doncel

hieren tu buen humor, joven marquesa,

y malogran tu gesto en el bisel

de un espejo que quiebra la sorpresa.

Que nadie imaginara afrenta así:

un mozo que parece un maniquí,

¿se atreve y va y te deja en evidencia?

¿Mamá no te previno con su ciencia

y hoy este mal de amores

es chisme entre señoras y señores?

 

Sólo nos cabe solidarizarnos

con este tropezón que das, Tamara;

que no para la vida de enseñarnos

que puede ser, de nuestra dicha, avara.

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