jueves, 27 de junio de 2024

Regresos misteriosos

 

Podría parecer que la “peli” apuntara de paso a un ensayo sobre la soledad y la incomunicación; pero no exactamente.

Así que, de manera misteriosa y por explicar, unos “muertitos” se manifiestan de regreso en la post-vida y sin recurrir, como otros “zombies” más descarados (en principio, que luego, si eso…), a mayores ruidos ni sustos corrientes, nos van metiendo en este relato trucu y lento, fúnebre o macabro y la cosa, como es natural, termina desbarrancándose de no muy buen modo.

Con algunas escenas que -psicología de manual- son barruntos de que algo raro ocurre, habrá que tener en cuenta, por otra parte, que el film es de procedencia/nacionalidad noruega y algo sueca y esta gente de por ahí tiene sus reconcomios y un estilo que no se asemeja mucho a nuestros propios y como sureños desconciertos.

Y también, como alusión a crudas nostalgias globales, suena entera esa célebre canción devastadora y bellísima “Ne me quitte pas” que, si no da la puntilla, colabora.

A la salida, hay que darse un oreo por el viejo Sancti Petri, como para soltar algo del lastre -losa a medias sobre nuestro ánimo- que nos ofrece “Descansa en paz”.   

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