viernes, 9 de julio de 2021

Madrugadores

 

Se desveló a las seis y por sorpresa

notóse el corazón de buenos días.

Se preguntó en silencio: ¿las hormonas,

de nuevo, todavía?

Y explorando las formas que dormían

sin presentir la amorosa demanda

encontró la respuesta que solía

de otras dulces veladas de parranda.

 

Con el levante y el balcón abierto,

procedieron con discreción modosa,

porque entre veteranos y a esas horas

no con frecuencia ocurren tales cosas.

 

¿Algún arte debe ser que nos queda

en este juego del cisne y de Leda?

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