martes, 27 de octubre de 2020

La pantalla amiga

 Telemorbo plantea su nuevo método de tortura y humillación contra sus propios empleados/colaboradores a los que cubrirá de oprobio comprando con dinero tentador su creciente y sucesiva disponibilidad para el desguace físico y mental, lateralmente alentado por la codicia.

El novedoso “formato” avanza un paso más en la senda de la degradación groseramente camuflada como espectáculo, de tal manera que la crueldad del circo romano del Imperio, con suerte, vaya quedando en poco más que un juego de inocentes criaturas, en un “delicioso” entretenimiento de masas que, intoxicadas y seducidas, por anticipado se frotan las manos ante la sádica evidencia de que “cualquiera tiene un precio”.

La brutal frivolidad de esa afirmación acaso olvida de momento los “precios” que fijan según qué profesionales de la extorsión y las amenazas y cuya cuantificación se tasa en envites tales como “si no haces lo que te exigimos, mataremos a tus hijos, tu madre, etc.”, que eso sí que es un ejemplo imaginativo de “precio” (ya que parece que todos lo tenemos), de apuesta grave de más verdadero peligro, y que ojalá nunca ocurra a los creadores y artífices de esa variedad de “show” que pretende llevar la basura al más alto nivel. 

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