sábado, 1 de marzo de 2025

Es que nos lo ponéis en bandeja

 

Con una sola S de serpiente,

de sílfide sutil y de sibila,

tu nombre sicalíptico desfila

a la Fama y la Gloria impenitente.

Y con soltura sueltas ante el juez

el servicial, socarrón testimonio

de aquella unión suculenta y soez

que era una subvención de los demonios.

El símbolo sobado y sandunguero

para la satiriasis de un ministro

que gastos te pagaba, y picadero

(y con dinero ajeno,

como si eso fuera lo de menos)

y te “enchufó”, fullero,

con nómina jugosa en un registro

-súbita funcionaria metafórica-

coronando sin más la anacreóntica.

 

Jésica, qué sarao,

qué bien viene el decir de “¡ahí le han dao!”.

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