martes, 25 de enero de 2022

La estampa

 

(No hay mayor confuso que el truquista que se empeña en fingir que se confunde. Y en tal caso no merece la pena desperdiciar la pedagogía.)

 

 

¿Quién te asesora el plano relamido,

el encendido color de camisa

y esa circunspección incircuncisa

de postizo marido

que a la portada de Telva se asoma?

El inmediato vacilón, la broma

del estro popular ya te asimila

al humorista Gila,

conferenciando con el “enemigo”.

¿Predicar sin dar trigo

si no es para el apaño de tu banda?

Toda esa propaganda

de artificial, insípido camelo,

se queda en postureos de modelo,

de pelele mirándose el ombligo

al que, como castigo

de su memez congénita y supina,

no han invitado a la reciente “cumbre”

dejando en farolazo tanta lumbre

y tanta imagen y tanta pamplina.

 

Para ese sanedrín,

eres irrelevante figurín

que no importa un comino:

un prescindible, empachoso inquilino,

una instancia interina

a la que dar naranjas de la China.

No hay comentarios:

Publicar un comentario