lunes, 1 de noviembre de 2021

No acabaremos nunca

 

Seguramente serían unos “progres” los visionarios que “encontraron” las “bondades” de la mariconadita esa de cambiarle la hora a los relojes, dos veces al año.

Agnósticos e incluso ateos contra esa epifanía luminosa, “sesudos analistas” a quienes los parcos y discutibles resultados de tal deriva “han llamado poderosamente la atención”, aportan desde hace tiempo sus conclusiones, considerablemente opuestas.

La controversia se prolonga, al calor de la negligencia y la molicie de estas sociedades ensimismadas que, en evidente decadencia, presumen de ser el ejemplo del mundo.

 

-¿Y qué tal el “puente”?

-Lo hemos declarado, aquí en el acuario, fiesta nacional de la gastronomía. “Es un no parar”.

-¡Qué guay!                                                                   

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