lunes, 8 de noviembre de 2021

Pasen, que al fondo hay sitio

 

La, al parecer, inédita tomadura de pelo con la que 24 cachondos, más o menos moros, se nos han colado “irregularmente”, es otro ejemplo de cómo, por desgracia, se viene tomando a nuestro doliente y zarandeado país por el pito de un sereno.

Claro está que el número de estos recién llegados es ínfimo, si se compara con el incesante chorro de invasores que sin pausa trasponen el coladero de nuestras fronteras, con presuntas motivaciones escasamente diversas.

Y que el desmadre va a seguir así, e irá a peor, mientras nos desgobierne ese sindicato de peleles y mamarrachos que (trapicheando con la ley electoral, es decir con los votos de los estafados ciudadanos) tiene nuestra sartén por el mango y aparenta con hipocresía un entendimiento de los derechos humanos que no deportará a nadie nunca en tanto paguemos, de nuestro bolsillo y con inagotable mansedumbre, todos los platos rotos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario