lunes, 8 de marzo de 2021

Churras con merinas (licencia, o símil, ganaderos)

 

A ver, Harry y Meghan (quienes no dudo me aceptarán encantados la democrática familiaridad), lo que se dice tortolitos no son. Tampoco gente cuyos “problemas” deban movernos a la piedad.

Y el mozo que, como nacido y criado en el negocio, conocía la trastienda, debió advertirle a ella de los protocolos y acordar algo al respecto.

Los protocolos son los que son y más vale asumirlos si te apetece entrar en un club que tiene estatutos y reglamentos y que, por el momento, los defiende con un rigor que otros, de manera algo intencionada, preferirán calificar de anacrónica rigidez.

Cabe considerar que no se prolonga, en lo posible, un imperio, británico además, haciendo mayores concesiones al flexible blandiblú y al oropeloso mestizaje que nos predican las modas. Y que ahí es todo un lote, quizá nada elástico, pero que da para ritos, ceremonias y compromisos. Casualmente la resistencia de esas estructuras está ayudando mucho al disparate de Gibraltar. Pero es lo que hay.

Supongo que para el carnet de conducir se sigue exigiendo la superación del examen y la aceptación del código de circulación correspondientes. Conque se puede “verlas de venir” y optar en consecuencia.

Porque, chicos, ¿no la toquéis, así es la rosa?   

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