martes, 18 de octubre de 2022

Emborronando un folio

 

Claro que por completo no consigo

desvanecer los problemas pendientes,

y a veces opto por darles la espalda

cansado de la lucha frente a frente.

Por lo común, ten ánimo, me digo,

pondera el lado bueno, el aliciente:

la salud todavía te respalda,

las averías no son concluyentes.

Así que un calderón es preferible

para hacer una pausa, una cesura,

un relativo respiro, tangible,

que deje descansar la partitura.

 

Y adopto, cara al mar, el continente

de un arzobispo bajo palio, en calma,

que se ensimisma acaso inútilmente

disperso en corazón, cerebro y ¿alma?

Muy poco más que contingencia somos

contemplando a un vecino con su perro,

dejando transcurrir horas de plomo

y procurando corregir los yerros.

 

(Esto es en el jardín. El palio es blanco,

trasunto de sombrilla de verano.

En otra fantasía me figuro

un exitoso atracador de bancos.)

 

-La olla se te va cuando divagas

de esa manera tan desaforada.

-¿Y qué quieres que haga

sin aguja y sin hilo en la puntada?                                                                                                            

1 comentario:

  1. Amigo Rodrigo, tu avance en la vida (segun escribes) es un ejemplo a seguir. Abrazos

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