viernes, 9 de abril de 2021

Y ahora, ¿sálvese el que pueda?

 

Así que como sufrimos el gravísimo problema del virus, ante el cual CABRÍA MÁS QUE NUNCA aplicar el criterio de que “la unión hace la fuerza”, los dirigentes de la Comunidad Europea, que empezaron dictando la unidad, la solidaridad y la coordinación, ahora “se rajan” y, demostrando negligencia, temeridad, impotencia y frivolidades sin cuento, nos salen diciendo que más o menos cada nación de ese club se vaya buscando las soluciones para las vacunas, etc.

Que es el mismo estilo de “apañaros” que predica Pedro el Fresco a los delegados regionales; aunque al tiempo, esquizofrénico y tramposo como es, entremete cortapisas, maniatando con normas locas y efímeras, cambiadas a diario, a tales delegados.

 

La ciudadanía, aparte de pagar todos los platos rotos, como siempre, debería cuestionarse en serio la posibilidad de exterminar a esa infinita cáfila de parásitos, de falsos gestores hinchados de vanidad e ignorancia, en los diversos niveles de unas administraciones y unas políticas que tan en evidencia dejan la peligrosa inutilidad y la obsolescencia precoz de sus estructuras de poder y mangoneo, cuya característica más notable va a ser lo estrepitosamente cara que sale la feria, con sus estúpidas burocracias y su desprecio permanente hacia ese “rebaño” del que, con burla sangrante, hablan y hablan.

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