viernes, 2 de abril de 2021

La acera, aquí delante

 

Algo de palanquín

y caña de bambú,

de un oriental y remoto monarca

me sugiere la luminosa marca

que implica alrededor el ambigú.

 

Viernes Santo de este año infortunado,

rememoro sentires enclaustrados,

pondero y peso el tiempo y su camino,

su descenso del Sella: remolinos

de siempre imprevisibles resultados.

Imposible, de entrada, vislumbrar

lo que un acuerdo habrá de reportarte;

la decisión casual que frente al mar

con los años habría de asentarte.

Perdemos o ganamos. Las apuestas

son de cualquier manera irreversibles

y tardan o no llegan las respuestas

para cada pregunta

y para nuestras dudas invencibles.

 

Por esta acera, aquí delante, pasa

un ciclista de cuatro o cinco años,

seguido de su corte familiar:

mis vivencias de antaño,

¡son tan inevitables de evocar!

Fue lo que fue; ¿y hoy soy lo que seré

cuando medito que “mon siège est fait”?  

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