martes, 6 de junio de 2023

Qué lejos, hoy, Astrud,

 

los dieciocho años,

los sueños, la inocente

sensualidad de antaño.

En la Atenas nublada

y sudamericana

te escuchábamos sones

de unas olas lejanas,

de un mar y unas arenas;

y era dulce tu voz,

sencillez esmaltada

de leves seducciones

y cantos de sirenas.

 

No pude imaginar

-joven e “invulnerable”-

que estaría junto al mar

tanto tiempo después.

Y que ayer, casualmente,

ordenando vinilos,

pasaron por mis manos

tus temas veteranos,

ajeno todavía

a tu postrer sigilo;

contemplándote intacta

en las fotografías

de aquella juventud,

Astrud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario