miércoles, 2 de diciembre de 2020

La alternativa

 

De cuero y cremalleras, la bohemia

mantiene enarboladas sus banderas.

Los heroicos rockeros

que, digan lo que digan, también mueren

se empeñan en el sueño

de todo lo que el viento se llevó.

 

Seguramente al cabo

de tantos años que contar podemos,

parece que del todo no aprendemos

lo vano de intentar ser memorables

con nuestra inseparable condición

pequeña y sometida a servidumbres:

un armazón que apenas se sostiene

mientras que Santa Bárbara no truene,

una luz de quinqué que al corazón

le amolda la razón de la costumbre.

 

-Te desconozco. ¿Acaso

no fue tuya también aquella guerra,

no eras un cantautor con su guitarra?

-Ahora soy un romano en esta tierra

de Cádiz, a la sombra de una parra.                  

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