martes, 7 de octubre de 2025

Camisa de once varas

 

Vuesas Mercedes no me creerán

(al verme ayer sentado en breve silla,

importándome poco el qué dirán,

sobre la arena y bajo la sombrilla)

que un repentino impulso jardinero

poseyóme con ritmo desusado

y hoy el sedentarismo es pasajero

y ha puesto en su etiqueta “caducado”.

 

Y arrebatado como fuera Elías

en alienígena carro de fuego,

una vieja herramienta que tenía

armó mi brazo y canceló el sosiego,

enfrentándome en lucha desigual

con un ramaje asaz asilvestrado,

rudo enrejado de cañaveral,

al calor del verano, acrecentado.

 

-Y ¿en qué paró la insólita aventura?

-En agujetas, linimento Sloan,

un posterior descanso en el sillón

y como colofón

el dócil bálsamo de la lectura.

-Debiera ponderar Vuesa Merced…

-Si no, si ya, si vamos, bien lo sé.                                               

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