miércoles, 29 de octubre de 2025

Caleidoscopio

 

Inevitable casi es este cuarto a espadas, niña.

Se han juntado en tu música y tu cante la valentía, la sensibilidad, el don de sorprendernos cada vez, ni que decir tiene esa voz con que te atreves, y puedes, entrometerte en todo y con todo; de los desgarros y de las ternuras, de los estilos, de las corrientes, de los tiempos hablo, mientras navegas con unos criterios propios que brillan por la independencia que sin mucho escarbar andas repartiendo a quien te atienda.

A quien te entienda, que entre seguidores rendidos y detractores obtusos se establece la polémica y en tus entregas siempre aterrizas como una estrella en un lago o en un charco, a elegir.

Te avalan el talento y los estudios, la esforzada dedicación, y un instinto como de sabiduría desde las entretelas. Del repertorio se te podrán espigar deslumbrantes piezas y deleznables horteradas, en cantidades cuya desigualdad, cuyos vientos favorecen tus velas, que van maniobrando con general acierto la buena suerte y un eficaz equipo de colaboradores.

Para la admiración y el jubiloso asombro, estamos a favor de que sigas, Rosalía.                                                

lunes, 27 de octubre de 2025

El vidrio de los escaparates

 

Mercatriz pública de unas andanzas,

lánguida momia de postrimerías,

redunda en sus “Memorias” subjetivas

lo más glorioso de unas naderías,

trufadas de oropel y autoalabanzas,

y unas profusas tontunas de diva.

 

Las cotorras de la televisión

de inmediato le van desmenuzando

la coreografía diseñada

sobre los lances de ese corazón.

 

Extenso pasto de murmuradores,

pinceladas de escarnio, morbo charro

vertido sorbo a sorbo, jarro a jarro,

señoras y señores.

 

Si la política es un lodazal

de toscos mentirosos sin remedio,

¿tampoco debe parecernos mal

esta suerte de asedio

con que, Mario, te embiste y te desdora

la redacción trivial, de pasarela,

de esa sesgada planta trepadora? 

miércoles, 22 de octubre de 2025

En el Congreso

 

Cayetana te canta las cuarenta

con su sedoso aunque afilado estilo:

su exposición, brillante y excelente,

jamás una puntada da sin hilo.

 

Y eso, mucho te inflama, Bolañitos,

abrumado de cargos y servicios.

Tan es así que, al responder, terminas

dándole al “micro” un bronco porracito.

 

¿Está en tu subconsciente

trasladar ese golpe a la cabeza

de quien con sus palabras te desarma

la sosera esencial, pieza por pieza?

 

¿Eres el conejito deslumbrado

por los faros de un coche en carretera?

Estupefacto y desaforado,

púgil colérico en tus andanadas,

¿qué sofocones cruzan tu almohada

cuando te cerca la zarpa enguantada

de esa elegante, ática pantera?  

martes, 21 de octubre de 2025

El reencuentro

 

Cuando los galenos te prescribieron la conveniencia de no volver a leer las patrañas de los periódicos y de retirarte de tu cotidiano “Martini”, sensato y consecuente que de tuyo fuiste y más que a ello la edad te amoldaba, seguiste la recomendación y colgaste esos sencillos hábitos que eran tan de tu afición.

La cosa venía a propósito de tu corazón, que ya había reñido consigo mismo y no era bueno exponerlo a según qué vaivenes.

Hoy, me dan el pretexto -innecesario, claro- para recordarte los dos “vermuts” que el sabio y acogedor artesano del “Santuario” me sirve en la quietud rumorosa, umbría y litúrgica de sus bodegas. Me aproximo a la edad que tú tenías cuando marchaste. Sé que vida y muerte sujetas andan al albur de una caprichosa y siempre impredecible lotería. Pero si hay un “donde sea”, nos queda, por razones aritméticas, menos tiempo para reencontrarnos, don Rodrigo.

Mal del todo no va a estar.   

lunes, 20 de octubre de 2025

París, ¿no es lo que era?

 

Como si de un “film” espectacular se tratara, que el género ya lleva rodados muchos ejemplos, al Louvre se la han jugado. Dicen que cuatro diligentes ladrones (estas hazañas sólo se atribuyen al ímpetu  masculino: es por la brecha salarial, quizá), echándole desenvoltura y naturalidad, celebraron de pintoresco modo la santidad del domingo y, trepando ágiles por una escalera de operarios, han conseguido un botín en joyas de “incalculable valor histórico y patrimonial”, como nos repiten los profusos reporteros y similares, en los informativos unánimes de todo el mundo mundial.

El robo se realizó en siete minutos, por lo visto, que viene siendo un alarde notable de velocidad y precisión, aunque los intérpretes se dejaran caer, suponemos que en la huida, una corona extraordinaria, cuajadísima de brillantes y esmeraldas. Por lo demás, se han apropiado de diversas piezas hermosísimas y costosísimas y así está la cosa.

No suena que se puedan vender de cualquier manera; sale enseguida la teoría del coleccionista todopoderoso y el correspondiente encargo, que no sería la primera vez. En tanto, escándalo gordo, desprestigio nacional y pesquisas urgentes, que la “grandeur” de los afectados tolera malamente, trá, trá.

En ese museo, y en tantos otros, reposan, para solaz de visitantes, ricos, importantes, vibrantes objetos que acarrean procedencias intrincadas, orígenes y tránsitos tumultuosos, no siendo su recorrido ajeno a los expolios que en la Historia unos y otros han ido cometiendo, tan es así que nadie debería tirar la primera piedra.

Luego, está el refranero, lo de que el que roba a un ladrón tiene etc…

Qué mundo, ¿no?

domingo, 19 de octubre de 2025

Las firmas (II) Luces de la IA

 

Como un no esperado torrente de creatividad más tecnología (y su dominio, su aplicación profesionalizada), me llegan las muestras brillantes, sugerentes, impactantes, las realizaciones oníricas que Kelly Eldridge Boesch presenta con su firma y unas sospechables fuentes de inspiración o querencias que enseguida podrían desplegarse, suma y sigue, desde el Bosco hasta Dalí: dos maestros que nos habrían explotado la cabeza todavía más de haber tenido a su disposición la contemporánea magia todopoderosa de la IA y sus, al parecer, infinitos resplandores.

Contrariamente a las gentecillas anodinas e inamenas que se hacen el tonto bajo un solapado anonimato de enanos, muy impecable se ofrece el trabajo de Kelly a quien cabe felicitar porque da la cara, con abiertas firma y afirmación de un rumbo respetable y admirable, en el mundo de las visiones.

Y observad también las fantásticas colecciones de “gatos” modélicos y maravillosos que nos aporta Natalia Bonilla, minuciosa y barroca de orientalismos, toda una “suite” de audaz representación, en busca de la belleza imposible.          

sábado, 18 de octubre de 2025

Las firmas (I)

 

Si nos parece aceptable el impulso, la ilusionada aspiración de aquellos a quienes las canciones suelen incitar a “seguir sus sueños”, también convendría matizar todo eso con una inteligente autocrítica que ponderase con tino los méritos y las virtudes de los aspirantes; y aquí ya estamos de lleno en la cosa del Planeta.

¿Debería empezar a escamarnos la ya algo frecuente coincidencia de los ganadores de ese maxipremio con firmas que pertenecen a figurones/figurines de la “tele”? ¿Son verdaderamente talentosos y, aunque no es requisito obligatorio, experimentados y probados jinetes de la literatura quienes, de un tiempo acá, se llevan el galardón y los jugosos euros, bien que cruelmente esquilmados, con flagrante abuso, por la Hacienda pública y descontroladita, que luego cede fondos para presupuestos administrados por la gentuza al mando de turno, de tan siempre escasa limpieza?

Planeta, con ejecutoria evidente de vendedora de libros y detallitos de mecenazgo, ¿actúa -por delegación de sus jurados, o perjuros- con rigor de calidad, o bien no es nada ajena al tirón de ediciones sucesivas que la curiosidad morbosa del público consumidor (relativamente iletrado) potenciará de manera visible?

Quizá ocurre que no hay escapatoria ante la avidez nada escrupulosa de los mercaderes. Quizá.

-¿Y el blindaje de los seudónimos, su discreto secreto?

-No te fíes ni un pelo.         

viernes, 17 de octubre de 2025

Los macarras de las risitas

 

¿De qué reís, cabrones, con cinismo inaudito, con la mofa chulesca de quienes, prepotentes, se sienten muy al margen de este desastre, como si no os concerniera, siendo, qué “casualidad”, los principales, si no únicos, culpables de él?

Asediados de toda corrupción, con subterfugios cobardes y manejos mezquinos negáis las evidencias, empleando un desparpajo grosero, unas mentiras incansables y el más encanallado de los lenguajes cutres.

¿Es acaso vuestra propia mierda la que tanta gracia os hace?

 

-Sonoras palabras.

-Ya hay calladitos de sobra, silenciosos, hipócritas de lo políticamente correcto. Una murga, tú.     

miércoles, 15 de octubre de 2025

Las señales, ya en octubre

 

En lo que, sin presuntuosa temeridad, puedo denominar supermercado de mi frecuentación, me asalta en estos días la tentación de los mantecados y similares navideños, que ya anticipan su incitante, insoslayable seducción como si de un desembarco ilusionado en Normandía se tratase.

Advierto el componente descaradamente mercantil que implica precipitación tan insolente, si con rigor nos atuviéramos a los más sosegados meandros del calendario; pero es -y no el menor- síntoma de estos tiempos irrespetuosos, que la senda general ande a menudo desbocada, retratándonos de paso en lo horteras y decadentes que nos han ido empujando a ser y, ante cuyo abuso, con debilidad manifiesta, algunos procuramos plantar cara aun a sabiendas del descalabro que el Destino impío nos tiene reservado.

Por el momento, he rehusado someterme a un anzuelo así de burdo, postergando para más adelante la rendición incondicional y contrita que habrá de derribar mis torres, poniendo en evidencia esta morbosa, frágil, consecuente en su fracaso, condición de goloso celeste y sin remedio.

Que estemos en Santa Teresa, en nada menoscaba la melancolía de esta reflexión que el Hipocampo siente florecer desde sus más intrínsecas alboradas.   

martes, 14 de octubre de 2025

Morante

 

En el arte, que también es espectáculo, del toreo, es considerable la huella, la influencia y la independiente trayectoria que Morante de la Puebla ha significado durante años.

El mérito, la técnica (si puede decirse así), la entrega y las facultades de valor y entendimiento en ese asunto, que los ignorantes desprecian, avalan sus tardes y su no discutida importancia.

Añádase a ello la clarividencia, si se quiere menor, o no, de incorporar, recuperar y/o traernos de vuelta unas estéticas que, de reminiscencias o bien de directas innovaciones, han coloreado -más allá de cualquier rancia querencia de añejos y “ortodoxos” veteranos- el contemporáneo devenir de la fiesta española por antonomasia, plena de tradiciones y legado cultural y artístico, a pesar de sus paniaguados y cerriles detractores, idiotas de la falsa “modernidad” y los titiriteros escrúpulos de conciencia, que jamás les asoman ante cuestiones sideralmente más graves y urgentes.

Morante se retira de los ruedos, lo que otros hicieron antes y, ya se verá en su caso, volvieron a volver, porque es mucho y hondo lo que una religión así requiere de sus feligreses.

domingo, 12 de octubre de 2025

No parece probable que la de Chipiona os hubiera cantado "Como una ola"

 

Como héroes del medievo de la señorita Pepis, como paladines de su unidireccional sectarismo, regresaron los integrantes…

-¿Y las heroínas, las paladinas y las integrantAs?

-Ya lo creo.

… de “la flotilla”, los pendones (con perdón) abatidos, pero la sedicente moral tan irreductible como de costumbre y tan asentada en el folclore de los coros y pancartas como suelen.

Claman que los han dizque torturado y hay quien los cree y quien no.

En el entremientras, igual podrían plantearse un “trenecillo” destinado a Putin, cuya actuación en Ucrania no está siendo moco de pavo. Pero pasa que va a ser que no, porque encajan a la fuerza las dos varas de medir con la que arrean leñazos diferentes si se trata del nacionalsindicalismo o del comunismo, por más destrozones que ambos hayan sido en el pasado XX.

Y pasa también, con esas leyes de embudos anchísimos, que se derrumba toda pretensión, se hace más o menos el indio, etc.

-Vaya por Dios.

-Así es la cosa.  

martes, 7 de octubre de 2025

Camisa de once varas

 

Vuesas Mercedes no me creerán

(al verme ayer sentado en breve silla,

importándome poco el qué dirán,

sobre la arena y bajo la sombrilla)

que un repentino impulso jardinero

poseyóme con ritmo desusado

y hoy el sedentarismo es pasajero

y ha puesto en su etiqueta “caducado”.

 

Y arrebatado como fuera Elías

en alienígena carro de fuego,

una vieja herramienta que tenía

armó mi brazo y canceló el sosiego,

enfrentándome en lucha desigual

con un ramaje asaz asilvestrado,

rudo enrejado de cañaveral,

al calor del verano, acrecentado.

 

-Y ¿en qué paró la insólita aventura?

-En agujetas, linimento Sloan,

un posterior descanso en el sillón

y como colofón

el dócil bálsamo de la lectura.

-Debiera ponderar Vuesa Merced…

-Si no, si ya, si vamos, bien lo sé.                                               

domingo, 5 de octubre de 2025

Borrón y cuenta nueva

 

Según el plan que Trump y Netanyahu han redactado, y si prospera y va adelante, los terroristas, los asesinos “chicos de Hamás” (a quienes se ve que nadie quiere hacer reclamaciones pancarteras) van a tener suerte y a ser amnistiados.

Eso, después de inflarse a matar gente, lo que se tercie, aunque sobre todo israelitas. Años y años de esa actividad se van a saldar con lo dicho: una amnistía. Con lo cual habrán tenido la suerte que se les negó a los nazis, de crueldad y aficiones similares durante la segunda guerra mundial.

Aquí también se nos ha diseñado una obligada y nada discreta solución con nuestro cupo de “hombres de paz” que, rizando el rizo, ya nos vienen gentilmente colaborando en la transformación nacional.

No faltan escépticos ante este resultado que tiene profusa miga.

-¿Los tiempos revueltos que decías?

-Vaya.

jueves, 2 de octubre de 2025

Hipocampo, en tu opinión de ayer,

 

¿tirabas la piedra y escondías la mano?

-Para nada; más bien llamé a las cosas por su nombre.

-Pero olvidaste darnos el de ese restaurante “prodigioso”.

-Que es “Código de barra”, y que no desdice de su tiniebla que la polisemia hará inolvidable.

-¿Algún detalle más, para los curiosos incautos que pudieren sentirse atraídos?

-Que el artífice del repertorio es cocinero holandés, no sé si errante.

-Conque…

-Casi tres horas ominosas, de las cuales no salimos huyendo, creo que solamente por lealtad sentimental al origen y la intención ilusionada de quienes nos invitaron.

-¿Y cómo explicar la estrella  michelín?

-Son tiempos revueltos; también he oído que Aitana recibe un Premio Cultura o así…

-Y el Nobel para…

-Calla, calla.      

miércoles, 1 de octubre de 2025

Gastronomías

 

Como de manera natural, voluntaria y agradecida se corresponde a una cariñosa y cortés invitación (y más, si de nuestros “niños americanos” se trata) hemos concurrido hoy al experimento del menú/degustación que en un local gaditano condecorado con estrella michelín se ofrece con cierta presuntuosa impunidad y muy mediocres resultados.

Tenemos ya demasiadas referencias de estos sitios que, bajo capa de supuesta sabiduría y “vanguardia” gastronómicas, encandilan a los “snobs” (y sólo porque éstos, boquiabiertos de admiración lela, se dejan y aplauden el timo).

El servicio fue lentísimo, con la coartada litúrgica de dar al comensal un tiempo de reflexión y apreciación de unas “maravillas” que no lo fueron; las explicaciones no solicitadas de tradicionalismo y arqueología pobremente históricos, intentaron sin éxito predisponernos a favor de las minúsculas muestras de quizá prolija elaboración pero frustrado y discutible encanto; la vajilla, algo atípica, mas no en exceso ocurrente; la decoración, la iluminación del restaurante, barata y poco solvente, incluso con su pretensión minimalista…

Colar -intentar colar- como finura y trato delicado y audacia aventurera y elitista (con dejos de estrambótica superioridad) lo que no es sino corriente tontería, no sedujo nuestro criterio ni nuestro paladar, de suyo independientes y curtidísimos.

Por cierto, las briznas del atún (insolentemente comparado con el jamón ibérico) que el camarero/”chef” corta con largo cuchillo y va sirviendo con parsimoniosas pinzas mientras habla casi encima, deberían protegerse y protegernos con alguna meritoria mascarilla, por más que el covid ya apenas se recuerde…

Para todo eso (no hace falta más) ya venimos padeciendo un larguísimo siglo de “arte”, que sobre todo es, y solamente, ni siquiera abstracto: abstruso.