Con
temeridad, haciendo acopio de lo que se entiende por “presencia de ánimo”, he
conseguido ir más allá del primer estribillo del tema “Esa Diva” que en la
Eurovisión va a no representarnos con la utópica solvencia que, en tantos años
ya, damos por descartada.
Sobre una
tonada refrita, se nos ofrece una letra, entre autobiográfica y cansina, que
zurce sin encanto palabras del feminismo de mercadillo y reclama con trillado
modo adhesiones y otras descoloridas zarandajas.
La intérprete
tiene largo rodaje, y ya veremos cómo defiende lo banal del bailecito y del “mensaje”.
Como andaluz, que no solidario porque sí, no sé qué augurarle ni mayor vela que
se me diera en tal entierro. En fin, Melody, que King Kong te ampare.
Veo que Vuesa Merced reincide en el vicio. ¿Qué necesidad hay?.Pionono, por el contrario, tendrá el gusto de escuchar Promised Land del Sr Presley que, en vinilo, gustosamente compró hace tres días en el mercadillo de su pueblo
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