Fue escaso el
reconocimiento y el aplauso que tu buen hacer de cantautor merecía. Y también
te avala un empeño que, al parecer, impidió que “tirases la toalla”. Esas cosas,
y las que más hubiera, pueden ser indicios de tus honrados temple y coherencia
que me permití señalar en los “blogs” del Hipocampo de 11-II-2022 y 12-VII-2022.
(De otros vientos que compartimos, otras líneas tengo publicadas por ahí).
Vas delante
en el viaje: que tenga un buen destino. Y a la tecnología podremos agradecer el
archivo disponible de las canciones que has escrito y te sostendrán en nuestra
memoria, Noel.
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