jueves, 29 de diciembre de 2022

Cuarto a espadas

 

Pues desconozco, Mario, las razones

que dan su fundamento a tu desvío,

aquí aventuro ciertas conclusiones

y conjeturas sobre vuestro lío.

 

Dejaba entre vosotros el “flechazo”

atónitos a los espectadores:

¿Las Letras daban un espaldarazo

a un ídolo cerámico en colores?

Tan luego fue evidente

esa pregunta siempre recurrente,

“¿qué sabe nadie?”, cuando verso y prosa,

aun diferentes, son la misma cosa.

Así que como un río rumoroso

discurrió el tiempo y como tal pareja

os vimos en un limbo luminoso,

elegante, glorioso,

inmaculado y exento de quejas.

 

¿Y ahora los días de vino y de rosas

son un terrazo de porcelanosa?

¿Quería devorarte esa cabeza

-laureada de Nobel- con fiereza

de tijereta o mantis religiosa?

 

Conque, Mario, ya no sé qué te diga;

pero seguro que para escribir,

saliente como sales de esa intriga,

habrá un papel mejor que el pergamino

de la piel de ese punto filipino.            

miércoles, 28 de diciembre de 2022

Leguina, invitado a pirarse en la alfombra mágica

 

Los CIEN AÑOS, presuntos DE HONRADEZ,

que fueron vuestro indómito oriflama,

hoy, Leguina, se han transformado en hez

y sin rodeos te han hecho la cama.

Y todo por tu simple atrevimiento

de denunciar con dos o tres verdades

la porquería de los argumentos

que en el presente ofrecen tus cofrades.

 

Tu mínimo decoro les parece

inaceptable porque así los dejas

tan con el culo al aire: de idioteces,

de juego sucio y de mentiras viejas.

 

Pero, Joaquín, es que hay mucha trastienda;

y estos monstruos que son tus herederos

-y lo peor de vuestro gallinero-

al expulsarte, aclaran

lo fraudulento de aquella leyenda.

martes, 27 de diciembre de 2022

Remoloneos del karma

 

Días hay en los que rezo con fervor al Dios de los cristianos. Como que, por educación y entorno, más me corresponde.

Pero otros, diversifico mis plegarias y no me quedan jehovases ni budas, ni shivas, vishnúes ni brahmas, ni lo que te cuento de la nómina clásica y marchosa del Olimpo grecorromano; ni tampoco hago desaires al elenco del  Valhalla con todo el herraje gélido de sus deidades heroicas y remotas, ni a los sangrientos ídolos que merecieron los diversos ritos del paganismo precolombino. Ni a los Horus y Anubis, etc., tan egipcios de diseño:  todo ese sindicato sobrenatural en el que descansan y se ilusionan nuestras supersticiosas debilidades mientras el instante final nos dejará escarmentados, lo más seguro.

 

A todos ellos, tan encarecida como escépticamente, ruego que el karma que ya tarda, Perro, en pasarte la factura, más no se demore y sea cualquiera de las versiones disponibles de ese mal rayo que parte y que ya debería haberte arrebatado como un justiciero carro de Elías, suficiente para impedir con absoluto rigor el reguero criminal de tus infamias.

Mañana se conmemora el degüello de los Santos Inocentes.

“Pa” mí, que el mundo anda descompensado.            

viernes, 23 de diciembre de 2022

Otro diciembre

 

Ahí está, como siempre: en el sillón, ya antes de que amanezca.

Hoy revisa unas líneas de las que se van amontonando en ese blog; escucha de nuevo a Mark/”Slow learner” y siente entrar (qué cautelosa es) la melancolía, luego un silencioso nudo por ahí, por el pecho, y unas lágrimas (¿qué las hace brotar de improviso, que no se contienen?) rodando por la barba.

Giros de espejos repetidos. Otro diciembre como el de cuatro años, o los que hayan sido, atrás.

¿De qué va, y viene, esto?           

jueves, 22 de diciembre de 2022

¿Queréis actualidad?

 

Para la distracción, para la evasión, para el embotamiento que amansa y domestica, a diario se nos ofrecen cositas entretenidas.

Hoy toca, con curiosa y obsesiva unanimidad de los canales informativos/desinformadores, la lotería de Navidad. Se trata del mismo señuelo que anualmente aprovecha la inclinación a los espejismos de los más ilusos y el ansia viva, como dice Mota, de los más codiciosos; también la opción desesperadísima de incontables personas que literalmente “se la juegan” a la posibilidad infinitesimal de salir de sus apuros económicos, trampas, tapar agujeros, hay un considerable número de expresiones coloquiales acreditadas ya como rutinarios mantras. Porque cuando muy diversos grados de miseria nos rondan, la imaginación surte de palabras el abanico de los conjuros.

Y hablando de palabras, que no hay problema: que este gobierno que, burdo y ladino a partes iguales, se declara “progresista”, apropiándose en exclusiva de la palabreja y falseándola con cinismos inauditos (y cojeando de remedar tarde y mal las fracasadas modas comunistas), nos va a ayudar, en primer término a acabar de arruinarnos a todos, y luego selectivamente decidirá con arbitrariedad a qué cómplices o, fingiendo preocupación social por “los más vulnerables”, a qué “colectivos” pringables llegarán esas ayudas.

Eso sí, cuando vayan llegando, porque en los altos despachos del privilegio funcionarial no se sienten tanto, o no se sienten nunca, las prisas.     

martes, 20 de diciembre de 2022

A los angloparlantes del "guasa"

 

A lo largo de la Historia, y con los matices que se quieran, el público, el pueblo, ha sido y sigue siendo ignorantón o de escaso criterio, que ya los poderes de turno se dan mañas para mantenerlo así y manipularlo mejor.

Por eso, los sistemas políticos que se basan en el voto (a menudo engañado, traicionado) resultan una suerte de callejón con poca o mala salida. Castro y Hitler son relevantes casos de cómo encandilar a la gente, ponerla a su favor, y llevarla al desastre.

Así que los “órganos de representación” que con tanta frecuencia ponemos en solfa y acusamos con razón de que “no nos representan” tienen mucho de trampa y de burdo recochineo.

La “sagrada e inapelable voluntad del pueblo”, expresada y dirigida por esos COMBINABLES “representantes”, podría enloquecerse y, por ejemplo, decretar el brócoli obligatorio o cualquier otra aberración caprichosa. Por lo que se hace indispensable el arbitraje y el control de las leyes y de los jueces que las aplican.

Caben siquiera dos preguntas vertiginosas: ¿quién es el árbitro de los jueces? ¿Y en qué universo paralelo -Sheldon dixit- serían independientes e impecables? Nunca lo serán, desde luego, si los nombran los gobiernos, que siempre son aficionados al mangoneo.

 

Por todo ello, el patio está como está: hecho un espectáculo defectuoso para el consumo (no tanto pan -inflación galopante-; mucho más circo -políticos pintones, campeonatos de fútbol, cotilleos de la entrepierna, abundantes festejos vacacionales y embelesos tecnológicos-) de todos nosotros.

Cómo mola, troncos.         

miércoles, 14 de diciembre de 2022

El menú y la carta

 

La PSOE se traga, amedrentada,

tu maltrato de chulo de burdel,

tus manejos de clásico cartel

de narcotraficante sin horario.

Y es tan grande la trampa en tus jugadas

que anda sin letras el abecedario

para formar las torpes evasivas

con las que te defienden tus escribas,

farfullando un naufragio de sicarios.

 

Eres el Jefe ahora: tu sonrisa

de gélido tunante

no tiene el “charme” de la Monalisa;

ni te adornan las cejas circunflejas

que eran la fiesta del payaso de antes.

En cambio, Perro, el rabo tienes presto

para moverlo con servil halago

hacia tus chantajistas favoritos

-burlones con tu inútil empalago-

y que te aprueben esos presupuestos

mientras arman su falso plebiscito.

 

(Como una birra SIN y dando grima,

se quejan dos o tres de tus barONES.

¿Imagináis la rima?)

-¿No hay …?       

lunes, 12 de diciembre de 2022

La caricia de esos timbres

 

Cuando “llueve a mares”, que aquí, en la playa, tiene algo de pleonasmo y, por muy bien que eso le venga a los pantanos, Ud. no puede salir de casa, Internete es un interesante recurso para el entretenimiento.

Y así se descubren asuntos, cosas, personas como Erik Rydvall.

Claro que hay que atender al contexto de esa traducción (¿quizá impía, robótica/automática?) de la máquina para que separemos el grano de la paja en el momento en que se le llama, con descuido pintoresco, “jugador profesional”, que suele sonar a otra cosa, y que debería haberse precisado como instrumentista que, en este caso, tañe un artilugio musical de misteriosillo aspecto y sonido añejo y cautivador: NYCKELHARP (sic).

Creo que Santa Teresa decía que también entre los pucheros podía estar o buscarse a Dios. Conque Erik (con los ojos cerrados, cosa del nirvana) busca a ese otro dios que fue Bach y nos lo hace llegar desde la corriente habitación de un hotel o con un despreocupado fondo doméstico de muebles de cocina y grifo de fregadero, nota de humor que resalta todavía más la maravilla de la música.

Luego, en muy diferente lugar, que parece capilla cristiana, termina de engancharnos con la Högtidsmarch a cargo del Drottningholm (si Ud. supera esa ortografía torturada de consonantes, puede seguir con alivio) Baroque Ensamble, como de manera convencional se nombra a ciertas agrupaciones musicales; y cuando Ud. se note que la arrulladora caricia de esos timbres le eriza el vello, coincidirá conmigo en la incomprensión y el rechazo de Maluma y otras promocionadísimas subespecies.       

viernes, 9 de diciembre de 2022

Aficiones y devociones

 

García Márquez, escritor excelentísimo y supersticioso confeso, además de caribe, tuvo sus manías, cómo no. Y entre otras, recomendaba eludir los adverbios terminados en “mente”.

Con una mínima inducción a lo Cabrera Infante, eso le pasó por la suya en aquel momento. Pensó: “imperceptiblemente”; y enseguida, la concienzuda realidad lo hizo rectificar: ¡“perceptiblemente”, qué cojones!

Porque le va costando subir a y entrar en, salir y bajar de ese “roadster” que lo sedujo tiempo atrás, cuando vio su fotografía por primera vez en una de las revistas de automóviles que compraba por entonces, y era la inédita alternativa para James Bond, tan siempre y luego de Aston Martin; con más de 20 años que se hizo con ese Z3, sigue remirando la máquina con regodeo interior y sonriente embeleso. Aunque esa contra terminan teniendo los coches bajitos cuando va a menos nuestra elasticidad.

Pero también en Sagunto resistieron lo suyo, ahí tienes. Así que ha resuelto no tanto morir con esa bota puesta, como el refrán dicta, sino que siga siendo buena para caminar, según cantaba la Sinatra.

De hecho, días atrás tan sólo, en el Elefante Azul del barrio, acaban de instalarle un juego de neumáticos nuevo y las escobillas que limpian el parabrisas. Y cada año, cruza los dedos, sigue pasando la ITV.   

jueves, 8 de diciembre de 2022

Otro 8 de diciembre

 

Quienes (¿con imprudencia?) me leen, ya saben que soy, entre otras querencias, un clásico y, a mis horas, un peculiar heterodoxo.

Que, sobre todo, los alevines, con desdén y con dificultad también, me entenderían si a intentarlo se pusieren, de lo cual poca o ninguna esperanzas albergo. (Que sí, Fernando, a tu ejemplo, concordancia finísima de número; y nada frecuente.)

Pero para mis contemporáneos, aquellos en cuya memoria el asunto encuentre eco, hoy recupero (no es la primera vez en estas líneas recónditas) la constancia de que el 8 de diciembre fue por tradición -la que fuese- el día de la Madre, antes que los mercaderes y los otros orcos, a capricho trasladasen la fecha a una, del mes de mayo. Si existen apologetas de ese cambio, ya tendrán, o no, sus especiosos argumentos.

Así que las abluciones, la colonia, el peinado del cabello a última hora, antes de ir a dormir, enseñanzas, mimetismo, buenos ejemplos, crianza (que ponen en la etiqueta de las botellas de vino)…

¿Estás ahí? Mira que si al final resulta verdad que vamos a ir reencontrándonos…

Con lo que acaso no estuvieras de acuerdo, siempre procuraste ser bondadosa; a eso, no he conocido a nadie que te gane, doña Carmen.   

miércoles, 7 de diciembre de 2022

Quercus robur

 

El árbol que sustenta tu apellido

era metáfora de fortaleza,

de firme gravedad y de nobleza,

¿y lo has echado, sin más, al olvido?

¿Lo cambiarás por mustio jaramago,

ahora que, sumisa por el miedo,

es tu discurso miseria y enredo

y faramalla al modo más aciago?

 

No es la ocasión primera, Margarita,

que a sabiendas te pringas con un yerro

y mintiendo, con la expresión contrita,

sales en vano a defender a Perro.

¿Y has escuchado hablar de la vergüenza?

¡Qué poquita te queda, qué poquita!

martes, 6 de diciembre de 2022

La viña del Señor

 

Al lado de nuestros ceporros políticos y dejándolos en su intoxicada miseria, cabe (y esto es la infinita variedad del mundo) el virtuosismo de Alan Gogoll, quien entre arpegios, armónicos y pizzicatos, de la mano izquierda, con habilísima y limpia digitación, pone en evidencia a numerosos guitarristas y nos ayuda a admitir con humildad consecuente los porqués -que no sólo la artrosis- de una retirada a tiempo.

Además de esa generación de nuevos deportistas que a diario encandilan a las masas, están asomando oleadas de músicos de asombroso nivelazo. Y si no corresponde lo que sería orgullo, de muy problemática explicación, sí en cambio procede la satisfacción como aficionados y espectadores.

 

Una cierta dosis de autoestima, por suerte, siempre eliminó la envidia de mi ánimo, al que acaso aquejen otras menguas. Por eso afirmo aquí que con este maravilloso instrumentista, y tantos otros, sólo se puede experimentar una jubilosa admiración.    

domingo, 4 de diciembre de 2022

Y excursiones: María Peláe

 

Lo que tenga de ecléctico, de mestizo, el rompe y rasga de esta ciudadana (quien con rebeldía y zumba, que suponemos meditadas, ha elegido para su nombre de guerra esa ortografía de “outsider”) ya se verá. Pero entre el flamencote o el flamenquete de Málaga y la incorporación y destilación de la aventura “rapera” y no exclusivamente negra, he aquí que se extiende para deleite y educación del público el viaje de este autobús que no es el de Magical Mistery Tour pero que tampoco renquea, qué va; y esta “cuisine” no tan “nouvelle” pero indiscutible de sabores fuertes, de ingredientes que, entre los dientes, son capaces todavía de tomar por sorpresa a los clásicos y a los más desprevenidos.

Modas van y modos vienen, lo que sí el talento y la evolución no están en las torpes e inciertas enchufadas por Perro a sus comprometedores ministerios de garrapatas, sino en las mujerAs que deciden ponerse al timón con resueltas conclusiones y banderas, sacudidas ya de la polilla imbécil, rutinaria y arrinconadora de las pancartas que una panda de “listas” enarbola.

En alternativa trinchera, participando en los laboratorios en donde al flamenco se le hacen injertos diversos, con sus hormonas y sus raíces, esta María quizá sea una referencia relevante.

viernes, 2 de diciembre de 2022

Incursiones

 

Para ayudarse a digerir la certidumbre demoledora de su pequeñez (que su reino tampoco es de este mundo, vamos), el Hipocampo ocasionalmente recurre a esa olla múltiple que es el internete, con su seductor catálogo de dispersiones y su condición ambiciosa de infinito.

Con un temblorcillo casi imperceptible que interrumpe su aparente, extática suspensión, sus pensamientos a menudo estupefactos y por demás; y desde luego sin abandonar, que falta no hace, los placebos de su burbuja/acuario, el Hipocampo cede curioso al vaivén metafórico que, entre las galaxias y los abismos, el Plegablito II le ofrece.

-¿Aclararéis, para los neófitos, lo que eso es?

-De nuevo: un ordenador portátil, de color blanco.

-¿Y no os parece una descripción trivial, nada esbelta, aquejada de la imprecisión propia de vuestro daltonismo?

-Os andáis por las ramas, seor soldado.

-Que me lo digáis vos, el Señor de los Circunloquios…

- Modérese Vuesa Merced y no me distraiga.

 

Lo cual que nos llegan los interesantes experimentos y el arte desenvuelto y atrevidillo de “las Migas” quienes, con “El mar” Alegrías de Cádiz (esas notas deliciosas del violín, con intenciones de tono menor) y otros quiebros gustosísimos, nos desvían, sólo momentáneamente y a modo de antípodas, del embeleso “ruiseñor” de la Rusby.

-¿Recomendación?

-Y no muy cautelosa, “pa” que vea Vuesa Merced.  

jueves, 1 de diciembre de 2022

¿Me pones un café solo?

 

Ya sé que no es Dunkerque este punto casual de observación, ni esta mar de color plomo la que sirvió de escenario a la ocasión que volvió célebre esa localidad, ahora legendaria. Otros heroísmos ha habido por aquí.

Daltonismo o hipermetropía, mejor vista me queda “pa’l lejos” que la que ya tengo que apoyar con gafas para leer, escribir, etc. Y así, en el arco anchísimo de esta playa alcanzo a contar no más de siete, ocho almas (¿será que todos las tenemos?) incluyendo el iluso surfista que a la memoria me trae aquellos Beach Boys de impecables y conjuntados arreglos corales.

Y hoy, ¿qué podría ser? ¿Bucanero de ron añejo, si veo el cañón herrumbroso y encadenado por el paseo marítimo? Por el chaquetón que visto, ¿piloto de bombardero en combate? Y ya sin anclaje que tolere la caprichosa, excéntrica ficción, ¿Yuki, el temerario, caudillo piel roja de su aventurera tribu?

 

Sobre mí, a la espalda, el faldón de los toldos establece que este que casi es mi caladero “de cabecera” -como antes llamaban a los médicos- es FUNDADO DESDE 1965.

Esa afirmación abre al menos dos posibilidades: un mero error al elegir la preposición; un largo proceso en el cual lo que fuera inicialmente modesto chiringuito sigue fundándose en laboriosa maduración continuada, que hace años accedió a restaurante formal y cuyo destino futuro acaso desemboque en lugar de llegada de alienígenas, tanto descendidos del cielo en naves interplanetarias como surgidos de esas misteriosas bases submarinas que la fantasía y otras especulaciones dan por verdaderas.

-¿Tú estás bien?