lunes, 17 de agosto de 2020

Relentes y vaivenes

 

El absorto ojo de buey

luminoso

que aspira a ser frente al mar

mínimo faro orgulloso,

observa, a fuer de curioso,

al alto fantasma blanco

que ha posado en el jardín

su inmoderada estructura,

y que está como añorando

el alma de la palmera

que aún perdura

tras la tala despiadada

que ha dejado en su rincón

(sin casi exageración)

una soledad helada

de tapia desorientada

y desnuda.

 

-¿Fin de ciclo? ¿Cómo ahora,

y 30 años después,

este volver del revés

más de cuatro y cinco cosas?

-Pues falta instalar baldosas.

-¿Y tu sentido común

no presiente, no avizora

el nuevo trastorno acaso?

¿No has escarmentado aún?

¿De prudencia andas escaso?

-Quizás me ha dado un relente.

-¿Y este vaivén de proyectos?

-Reflexionaré al respecto:

espera a que te lo cuente.   

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