lunes, 1 de abril de 2019

9,8,10 y 4

El alto contraste del TAC
produce un calor repentino
y tiene un color azulino
la veste que te ha de arropar.

Encapsulado en un potro
de tormento metafórico
te recomiendan sosiego:
¡ni que estuvieras eufórico!
Y en la sangradura atónita
te insertan buída aguja
que sutilmente sugiere
un aquelarre de brujas,
una escena de esas, turbias,
tan típicas del vudú.
(No pinta bien la mañana
ni para eso estás tú.)
El "catafalco" recorre
tu cuerpo unas cuantas veces,
se ve que tomando notas
de lo que hay o lo parece.

Y ligero, da fin la sesión,
que corona un suave mareo.
¿Qué escondemos en el corazón
y en el resto de esta sinrazón,
de esta luz fantasmal que ni yo

me la creo?

2 comentarios:

  1. Ánimo maestro. Un abrazo de un admirador en Zaragoza.

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  2. Bravo! No pierdes la sorna ni en el catafalco!
    Abrazo fuerte

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