lunes, 22 de abril de 2019

¡AUXILIO!

Escuchar unas pocas notas (sólo eso: he salido huyendo de inmediato) de la horterada supina que en la próxima Eurovisión nos cubrirá de oprobio, me ha producido un hondo desaliento.
¿No había una ordinariez menor, algo que tan de lleno no se revolcara en la vulgaridad, para participar en ese certamen anual, por trivial que pueda parecernos?
¿Qué mal de ojo sufrimos para venir cayendo, año tras año, en semejantes abismos de desgracia?
¿Acaso no tenemos suficiente con los políticos?
¿Qué conjuro inimaginable y poderosísimo podría salvarnos de destino tan mísero y deplorable?   

3 comentarios:

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  2. Es lo que merecemos, dejamos en la cuneta tiempos mejores que no quisimos ver, gente que merecía mas y a la que no supimos aprovechar. Tu música, es un ejemplo.

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  3. ¿Pero qué hace Vuesa Merced cuitándose por esa empresa? ¿Es que acaso Pionono no le viene advirtiendo durante años?
    ¿Va Vuesa Merced a empeñarse en socavar su salud de nuevo, ahora que tan mozo paresce? ¡Señor, Señor...!

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