Que del infinito alud de sucesos y noticias que trae y lleva “la red”, el internete, lo que sea, va de suyo que se nos ha de escapar la mayor parte. Y de vez en cuando, la casualidad…
Don
Miguel Fernández de los Ronderos ha muerto. Fue profesor nuestro, de mi
promoción, quien con buenos y sosegados modales, con tono de voz que rara vez
alzó, debía ser su carácter, nos enseñaba francés, cuando el bachillerato era
de verdad y el inglés (luego, enseguida, colonizador y hegemónico) apenas
asomaba para desbancarlo de la opción mayoritaria de los alumnos.
La
memoria, potencia del alma que tiende a la dispersión y a los nublados, por
huidiza y lejana que sea y aunque poco se detiene en según qué, aún resiste
entera para manifestar aquí el redondo respeto y la alta consideración que para
ese maestro guardo.
No
fue el único, ni mucho menos. Que grande, inmejorable era el elenco de
profesores de esa época, en ese San Francisco de Paula de Sevilla.
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