viernes, 31 de marzo de 2023

Bien mediados los años 60,

 

siglo XX, cuando era impensable que llegaríamos a la basura de Bud Bunny y otros mutantes de su calaña, Procol Harum se destacó como un perro semiverde que tenía en la calidad y el algo misterioso repertorio una propuesta muy interesante para los aficionados.

Que su relativa rareza, o diferenciación, fuese un estorbo para calar pronto en las mayorías, no impidió, ahí la paradoja, que con éxito extraordinario e igual mérito se difundiera la Blanca Palidez, que a través del tiempo ha seguido ganando en admiración compartida y prominente referencia musical.

Pero había más canciones de fuste. Y puede que el ejemplo más interesante fuera “A salty dog”, de dramática solemnidad, de sugestiones navegantes, cierta decadencia estética en el relato, recia leyenda indirecta y música de excelente intención.

 

Del texto de ésa y otras muchas, fue autor Keith Reid, ángel, quizá tenebroso, en el ángulo, secreto astrolabio de aquellas singladuras, quien ahora descansa, o sigue escribiendo, ya en paz.

jueves, 30 de marzo de 2023

El dato y el teatro

 

-Hipocampo, en tu comentario de ayer, me da que hubo un desliz; que escamoteabas un dato.

-No es imposible. Pero tú dirás.

-Se ve que, en los EE.UU., el “protocolo” de los hospitales incluye silla de ruedas.

-¿También para los falsos pacientes? Porque no creo que haya sillas tales para todas las personas que -continuamente, numerosísimas- salen por esas puertas.

-A ver, planteado así…

-Así planteado. Tenemos una “parturienta” de ficción. Por descontado que, habiendo jugosa factura por medio, es de cajón que el hospital colabore en los detalles de la escenografía.

-¿Llegarías a escribir “paripé”?

-No es necesario. Luego está eso de que las apariencias engañan. Y ya puestos, cuando Ricky Martin (y otros ilusionados caballeros) han ido a recoger a sus legalizados “retoños por encargo”, imagino que ese “protocolo” inapelable sería modificado sensiblemente. ¿O también?

-Ahora que lo dices…

-Me estoy acordando del que entró en una zapatería y preguntó: ¿Tienen zapatos de cocodrilo? Y cuando le respondieron que no, le dijo al suyo: Vámonos, cocodrilo, que no hay zapatos “pa” ti. Son los trucos, inocentes o no, que se hacen con las palabras. Y puesto que estamos inventando nuevas variedades de padres, madres y familias, convendría tener en cuenta que nombrar con las palabras que sí son las cosas que no son (por ejemplo, los vocabularios políticamente correctos) puede que no sean ganas de enredar, pero ¿y si sí?                              

miércoles, 29 de marzo de 2023

Anita, qué jolgorio

 

Vuesas Mercedes ya habrán advertido que andamos en la “festiva” impropiedad de las palabras.

Antes, el adjetivo y el pronombre posesivos tenían muy cabal interpretación y compartido entendimiento. Mío, tuyo, suyo, nuestro, decían lo que querían decir; con suficiente claridad. Pertenencia, vínculo neto. El lío ha ido llegando luego.

Luego, que es ahora, tienes “tu” niña y “tu” silla de ruedas, saliendo de ese hospital que también colabora en la estructura de artificialidad y desplazamiento de las realidades, por legales que los hayan vuelto.

Los más curiosos, “jartibles” irredentos, se preguntan si la otra señora (la de alquiler) ha salido del asunto con la silla de ruedas correspondiente: detalle menor, seguro que irrelevante ya.

El notición, ése sí que sí, es otra portada de las clásicas, más sentimentalona todavía que patética, gran tirada y venta de ejemplares, toneladas de televisión, alta verbena de pirotecnias, ampulosos pronunciamientos político-ideológico-ético-morales, comidilla popular, todo muy en la línea histórica del personaje que tanto reconocemos.

 

¿Son maniobras de distracción? ¿”Guasa” amable/irreverente de los gaditanos con Felipe, rex, al cajón folclórico y pintoresco?

¿Alguien, de verdad, quiere seguir sosteniendo lo de “al pan, pan …” etc., el nombre de la rosa, el nombre de las cosas?

¿Qué barullo disolvente nos va a quedar (después del inseminador profesional de los 500 hijos) cuando remitan, si remiten, los diluvios caprichosos, el desperdigado y desperdiciado asombro?

¿Y la boca llena del sacrosanto “interés del menor” o el impulso, con las motivaciones que fueren, de los adultos en una sociedad empapada de antojos y falseamientos?                            

martes, 28 de marzo de 2023

Tus "arreglos" de orquesta son apaños

 

No sueltas, Perro, lastre

sino insignificantes ministrillas

de tu caótico cajón de sastre.

 

Y a lo que no te atreves

es a embridar la encrespada cuadrilla,

mientras designas dos ministros breves

que, bien sumisos, te hagan la pelota

aunque no sirvan para contener

tu feminazi frente de farotas.

 

¿Todo lo tuyo es gas

y propaganda y burdo maquillaje?

Dinos cuándo te vas,

reconociendo que ya estás de más,

rindiéndote con armas y bagajes.                           

lunes, 27 de marzo de 2023

No han de dolernos prendas

 

En animus iocandi solamente

(que es como el SÓLO que el acento lleva),

ayer en este “blog” se señalaba

la omisión de una “C”. No es cosa nueva,

que el alcalde de Vigo, el luminarias,

y Pepín Blanco, que el olvido ampara,

ya fueron pauta, alegoría clara

de esa “tendencia”, nada arancelaria.

 

Acodado en la banda

de babor o estribor, súbitamente

un vigía se asoma por Yolanda,

a defenderle el habla, mayormente.

Y por tranquilizar esa conciencia

que se apura en pruritos de censura,

a ese objetor se extiende esta cadencia:

Declaro sin ambages

que del oficio de escritor son gajes

que pueden ocurrir a la estructura;

y así mismo declaro

que dudo que haya oído más sensible

que el mío al dulce arrullo de Galicia,

tibia y tierna caricia.

Mas no con ello se vuelve plausible

el difuso objetivo de Sumar

que Díaz nos pretende encasquetar.

 

Hasta mañana, si Dios quiere.                           

domingo, 26 de marzo de 2023

Yolanda, en su escaparate

 

Ya la hemos visto.

Con frecuencia ataviada para parecer un mirlo blanco, lleva tiempo amagando con un proyecto (¿un “proyeto”?) que ha prometido sacar próximamente de su ambigua nebulosa, de su medusa deliberada.

En el entremientras, lo suyo es una suerte de comportamiento semielástico de izquierda en apariencia “homologable”; una pretensión de equilibrio que, pronunciándose sólo a medias y con la que tenemos organizada, no nos terminamos de creer.

En esa intención de sutileza de corto vuelo que a lo mejor suena a gaita gallega, y si pacta con éste o con aquél, Yolanda Díaz, mirlo -o el pájaro alternativo que sea de verdad-, rubia discutidamente natural, se suelta la melenísima o se la recoge, que debe ser según el viento, y avanza pasitos de coqueto titubeo, fusilándole frases casposas al “ex-coletas” (que tampoco eran de él sino consignas rancias del manual/matraca) y se deja halagar por la ficticia predilección momentánea de Perro, quien le soltará cuerda de “delfina” hasta que le estorbe y se ponga a cortarle la cabeça.

Desde luego, mejores modos que las Montero y la Belarra (que son “trastornis” notorias, gentes de alocada trinchera y barricada) tiene al menos esta Yolanda, y puede que estrógenos más civilizados en el  laberinto, más o menos silente, de su fisiología.                          

viernes, 24 de marzo de 2023

Sombras del pasado

 

-Sí, tú ahora, mucho protestar de la tecnología y de los cacharritos pero tienes un pasado, como todos, que quizá te acusa y desmiente.

-Tú dirás.

-Cuando eras mocito: fuera de darte con ansia precoz a la guitarra eléctrica, que en aquellos tiempos cosa bien rara era en Sevilla, luego, ya en el comienzo de tu profesión, sucumbiste sin escrúpulos a más de cuatro chismes.

-Puede ser.

-Y tanto. Por lo pronto, fuiste el primero que en Santa Fe de Bogotá se compró el “fuzz-tone”, el distorsionador ese que los Stones estrenaron en “Satisfaction”. Y alguno más tuviste luego, ya en Madrid. Eso sin contar en lo sucesivo con el “phaser”, el “flanger”, el “chorus” (que tanto juego le daba a T.Luz para hacerte bromas)… el “wah-wah”, yo qué sé. Hasta un octavador tuviste.

-Lo admito. Y de todo eso -que ya en el pecado llevaba la penitencia de los nombrecitos en inglés- creo que el que más me hacía tilín al principio era el “phaser” con aquel rollo de ola satinada. Y conste que fui bastante remiso, remolón, y que a tantos otros “efectos” que fueron saliendo ya dejé, en general, de apuntarme.

-Con la edad.

-Y los desengaños.

-¿Ya no eres la sombra de lo que fuiste?

-Ni la sombra me encuentro, tú.  

jueves, 23 de marzo de 2023

Ante la pantalla

 

Reconozco que mi perplejidad y mi suspicacia ante las “maquinitas” de la revolución digital no están exentas de admiración.

Una cosa es que mi alta incomprensión de su realidad sea fuente de desazones e insomnios añadidos sobre mi ánimo, de por sí dado a la zozobra y a cierta inestabilidad emocional que la edad no ha rectificado sino antes bien subrayado con cierto regodeo.

Y otra, muy diferente, que no perciba el éxtasis remoto de contemplar al “Plegablito” blanco (los feligreses ya saben a lo que me refiero) elaborando con muy minuciosas concentración e independencia de criterio los pormenores que disponen en su seno ese trance entre misterioso y espectacular que él mismo titula “actualizar y apagar”.

Él solito; que también te digo que por otra parte se muestra dócil a esas normas educativas que, en relación con la tilde, la aventurera institución de la RAE deja en las manos, no siempre honestas ni bastante ilustradas, de nosotros, los redactores. Y en esos instantes, consigo que este artilugio de mis asombros resigne, a mi sosiego clásico, sus niñerías iconoclastas y sus pizpiretas propuestas de que le compre un helado.              

miércoles, 22 de marzo de 2023

Una lección desaprovechada

 

Al amparo de leyes electorales que por la coyuntura, vale que urgente, fueron redactadas ya con agujeros que atendían a “conveniencias” exigidas y permitirían luego hipocresías incluyentes y muy indigestas extorsiones, el último recuento de votos generales se llevó a cabo con un visible engaño a la intención popular que, con ingenuidad imprudente, apoyó a un pájaro que -aunque ya había dado avisos de marrajo- prometía descartar por completo remiendos que, incluso “legales”, eran manifiestamente espurios. Con el flagrante e inmediato incumplimiento de ese compromiso nos topamos. Y de ahí, un desgobierno en el que abundan gamberros y saltatapias.

A ese ruedo cojo ha llevado sus palabras Tamames, poniendo de manifiesto la indiscutible distancia entre su experiencia, sus conocimientos y su educación, y la carencia correspondiente en los ceporros que, con escandaloso atrevimiento, pretenden desoírlo, entre miserables dejos de ninguneo y burla, creyéndose blindados en la ignorancia prepotente de su menor edad.

Eso los califica; eso y la torpeza que los hace impotentes, estériles para aprovechar la lección de sensatez que acaban de recibir.

En el Parlamento, los ecos que D. Ramón evoca de aquella ilusionante Transición llegan a conmovernos todavía. Porque, aunque no fue perfecta, quizá su semilla de razón y concordia consiga fructificar cuando el viento barra esta desaliñada hojarasca.            

domingo, 19 de marzo de 2023

El bazar

 

Con lo que el señor Tamames manifieste en pocos días durante su intervención en el Parlamento, se podrá estar de acuerdo o no. Pero una cosa es segura: tendrá más y mejor sustancia que lo que corrientemente ocurre en ese foro.

Y eso lo saben las venales plañideras de las tertulias políticas, frecuentes “señoras azules” con autobombo de analistas, por más que se finjan escandalizadas, vociferando sobre la utilidad, la oportunidad y la viabilidad de dicha intervención.

Y también lo saben los diputados, cuyo comportamiento, inteligencia, preparación e intenciones dejan mucho que desear a menudo, con descorazonador efecto sobre ese pueblo allí “dizque” representado.

 

Lo que en realidad degrada (como andan diciendo) a nuestro Congreso no será la moción de censura por don Ramón, a la que, sin la vergonzosa disciplina de voto, tampoco faltarían “espartacos” que se declarasen en decentísima rebeldía para apoyarla; sino la infiltrada caterva de gentuza que, con zurcidos grotescos y prevaricadores del voto, nos ha echado encima la inoperancia, la estupidez y la caspa de esta “progresía” de bazar con muñecas de Famosa y musculitos Madelman con barbas de moqueta.

sábado, 18 de marzo de 2023

Cosas veredes...

 

En sus seductoras y brillantes novelas, García Márquez adoptaba quizá la probable costumbre popular en Colombia de llamar “turcos” a los emigrantes que allí se establecían, procedentes que fueran de Siria, Líbano, Egipto, etc., más o menos todo por junto.

Y a los cuales caracterizaban unas frecuentes condición y ocupación de comerciantes y tenderos, con tradición entre real y legendaria, trasplantada de un lado al otro del mundo.

Pues bien, henos aquí que Shakira ha debido heredar esos genes vendedores, si observamos el astronómico éxito comercial de una su carrera artística que favorecen los vientos de un público con peculiares niveles de entendimiento y exigencia musicales.

Para redondear la etapa reciente de su evolución, esta primorosa intérprete de la canción ligera ha incorporado a una colaboradora “paisa” (que es como familiarmente les dicen a los del Medellín colombiano, famosos asímismo por su laboriosidad y habilidades mercantiles), de nombre Karol (con “k” de vascongado/okupa) y de apellido “ge” punto.

Y, sobre la marcha, culminan un “tándem” que con sugestivos contoneos (nalgas con ritmo “sabrosón” agitadas, pronunciamientos de pelvis, que con orgullo podrían reclamarse de Presley y Jackson, sinuosos y algo convulsos deslizamientos corporales de “animalitas” en celo) refrenda sus diatribas y las seguro que comprometidas reivindicaciones que esmaltan la canción protesta de nuestros días.

¿A esto se refería Dylan con lo de que los tiempos están -estaban- cambiando?  

jueves, 16 de marzo de 2023

La "ministra" sale por peteneras

 

Lo que ocasiona en ti tanto desdoro

no es el tono andaluz de tu español:

de otro acento, también forman tu coro

desnortadas colegas del guiñol.

 

Diversa y numerosa, el habla nuestra

ofrece de matices larga muestra:

de Juan Ramón Jiménez al “Risitas”,

la curva es prodigiosa e infinita.

Y en algún punto de ese extenso trazo,

María Jesús Montero, tu discurso,

tus dimes y diretes y bandazos.

Y traías de serie, acreditada,

la marca del PSOE, tan integrada

que Perro te fichó para, en su equipo,

ser la “ministra” que quitara el hipo

con esa logorrea incontinente,

para pasmo y asombro de las gentes.

 

Soy sevillano y, como tal, te digo

que lo que al aire te deja el trasero

no es tu acento, Montero,

sino tus chalaneos de trilero,

tu tosco mercadillo de chanchullos

y ese patio de Monipodio tuyo.  

miércoles, 15 de marzo de 2023

De la corrupción, el tráfico de influencias, la información privilegiada y otras maniobras orquestales en la oscuridad

 

Cuando la espontaneidad popular, con gracejo de excursionistas en autobús, acuñaba lo de que “no hay pan para tanto chorizo”, estaba asentando ya una realidad y adelantando de modo profético un fenómeno de dimensiones difíciles de imaginar y que no termina.

Algunas criaturas ni siquiera habían nacido cuando entonces, y ahora estarán a otras cosas; pero puede que queden sobrevivientes con memoria. ¿Mariano Rubio, De la Concha, Boyer, etc? “¿S’acordáis?” Claro que lucían un empaque falsorro de postín aristocratizante que deja en poca estatura al “Tito Berni”, más encardinado con el cutrerío hortera de Roldán, de la PSV, del que tenía dinero “pa” asar una vaca, etc. Todo aquello, ya no sabemos (o sí) con la dispensada distracción, la benevolencia de Felipe, líder queridísimo.

“Troncos” de un bando compartido y, alrededor de 30 añazos después, el chirrido de la noria no es esencialmente distinto.

(No has de preocuparte, “Tito Berni”: a Griñán quieren echarle un buen capote, conque a ti…)

 

Mal de muchos, consuelo de tontos, versión heráldica del “y tú, más”, vaya que son también abundantes los ejemplos en la casa de “los otros”: que si Gürtel, que si Bárcenas, y lo que se encarte.

Y por en medio, desmoralizados, echados a perder con tan infames detalles, aquí andamos, entre la decepción y el escepticismo, un montón de españoles atónitos con esta incesante reedición de una farsa que siempre interpretan los peores. Qué penita, “oyes”.

lunes, 13 de marzo de 2023

En este caso

 

(Entre la admiración, el embeleso y la serenidad)                 

Tres instrumentistas deciden, en este caso, la estructura del acompañamiento: con una guitarra de cuatro cuerdas, que difunde bellos arpegios sembrados de notas pedales; con un sintetizador “moog”, que crea climas, sonidos de elegante caricia; con un panel (“sampling pad” los llaman) de percusiones pulsadas con discretas escobillas.

Y estos respetuosos, sobrios y talentosos músicos construyen, en este caso, el soporte impecable para respaldar el canto virtuoso, delicado, conmovedor.

 

Ciertamente las melodías de ese estilo no son especialmente fáciles de retener. Pero se meten, alma adentro, para dejarnos flotando en un sentimiento de gustosa calma, de recobrada y valiosa armonía interior.

Haced la prueba. Escuchad -os lo encarezco- a Kate Rusby cantando, en este caso, “Until Morning”.

domingo, 12 de marzo de 2023

Las señales de tráfico

 

Sobrada anda nuestra sociedad de veletas, de confusos y de tinteros con medias tintas. Con lo cual va de suyo que ninguno más debe ser bien acogido.


El enfoque de equilibrios titiriteros que la RAE nos propone como postrer y más reciente conclusión (la tilde de marras) no abona su papel de arbitral referencia respetable y de autoridad con mérito en el cometido que le ha sido confiado.

Una norma, para que sea tal, malamente (tra, tra) puede estar al zarandeo caprichoso, insolente a veces, de quienes debemos ser consecuentes con ella. Y resignar el empleo o la supresión del acentito dichoso al albur interpretativo de quien escribe, la deja en mera mofa o tomadura de pelo: de “pélinor”.

 

Invadido el oficio de escritor por toda suerte de intrépidos ágrafos presuntuosos y otros cantarras, pierde así, con tales arbitrariedades consentidas, su papel, que también tiene, o tenía, matices de buen gobierno para la cultura.

Y quienes medren en el desorden, en cualquier corriente turbia del río revuelto, SÓLO serán indignos usurpadores del noble nombre y de la noble ocupación del pescador.

(Que digo yo que si a los automovilistas no se nos concede individualmente la potestad de examinar -para suspenderlas o aprobarlas- las señales de tráfico, su conveniencia y oportunidad…)

sábado, 11 de marzo de 2023

Pam, "dear", a tiempo estás

 

Incluso si fueren hipotéticas, como ésta, en las controversias, las personas más apacibles no suelen “ponerse a la altura” de un oponente injurioso para, en el descenso, no contagiarse del barro. Y otras veces, consideran que procede responder con el mismo lenguaje de energúmenos a ese “vulgo necio”, más que “para darle gusto”, para hacerse entender.

Así que si te escuchamos, puede ser que fuese tu propia “progenitora gestante” la que, entre otras presumibles erratas, no advirtió el “desastre medioambiental”, lo inconveniente de traer al mundo el engendro que desprendiéndose estaba de sus instalaciones internas.

Y algo te pasa, algún desajuste debe aquejarte para tal querencia del artilugio consolador (que, tan moderna tú, preferirás “satisfayer”); y para tal rechazo del complemento natural que con frecuencia y con buenísima voluntad oferente está a disposición y parece ser bien evaluado por las mujeres que, con dos “deos” de frente, no se dejan estafar con tus recomendaciones.

 

A tiempo estás, que todavía puedes aprender a hablar no siendo loro viejo, para invertir parte de esa alta nómina que a todos los contribuyentes nos debes, en unas sesiones de diván que, con suerte, han de recolocar las neuronas más díscolas de tu empanada.

viernes, 10 de marzo de 2023

Un gustazo

 

Con regocijo, con esperanzado júbilo celebramos este principio de temporada de esa Fórmula I que demasiado tiempo tuvo entorpecido a nuestro piloto predilecto. Y no por su temple, del que no ha dejado de dar muestras, ni por la calidad de su oficio en el que también lo fortalecen y hacen sabio los años de veteranía.

Al lado de los nuevos participantes, cuya pericia y ambición con legitimidad se esgrimen, a este campeón de nombre que suena a hierro (“Don César, Don Rodrigo, Don Fernando”, recordad los versos), no le hace falta “un escudero dócil” sino un cochazo estupendo, tal como parece el nuevo Aston Martin, para “relatar sus hazañas” y avisar -el que avisa, no es traidor- de su valía.

Alonso nos reverdece la ilusión, por tantos asuntos maltrecha, con un puesto en el podio que deseamos y esperamos sea el primer paso o peldaño para escalar los dos restantes y adueñarse otra vez, que bien lo merece, del cotarro.     

lunes, 6 de marzo de 2023

Ni eso siquiera

 

Para disponer de un excepcional espantajo agitable entre las pancartas del circo del inminente 8 de marzo, Perro y las locas de su gallinero, que comparten enconos y rojerío pedorro, han dejado enquistarse la rectificación de esa ley cutre que beneficia a los delincuentes del sexo. Mucho ruido con la matraca del “género”, y ya se ve.

Aunque apañaran una componenda de último momento, el desprecio por las personas directamente afectadas (que en lo indirecto, todos lo somos), durante meses, es un ejemplo más de la desfachatez y la incuria que en todos los ámbitos de su gestión viene demostrando este equipo de gobernantes bestias y miserables.

 

Los todavía creyentes en este “caos provisto de urnas”, deberán hacer un examen riguroso de la conciencia que les quede, el estupendo día de las elecciones. Porque ni los más astracanados sentimentales pueden ya confundir el culo de esta “izquierda” con las témporas de Anguita, que en paz descanse. Ni eso siquiera.

sábado, 4 de marzo de 2023

¡Por Dios, la tilde!

 

Temblores de tierra, tambores de guerra.

Claro que no cerrará en firme la herida que la RAE tiene en su seno por, en su día, haberse descafeinado sin ton ni son, no SÓLO con el acento ortográfico a debate sino con otros ejemplos tirando a lamentables, dignas señales de unas decadencias, unas componendas y unos renuncios que a tantos aspectos del presente aquejan.

Se barnice con la demagogia que se quiera, los idiomas no se ennoblecen ni mejoran con “facilidades” de saldo. Ni rindiéndose al coyuntural deterioro de lo que pudiera calificarse como una riada de hechos consumados. Salvo que el impresentable propósito, cuya digestión se ofrece al personal, sea un cierto regreso a la caverna.

Crecidos y esbeltos, no “regordíos” y fondones, y mucho menos, perezosos, quiero a quienes se expresan en español, sin huir como fláccidos peleles del esfuerzo que suponga -si lo supone: debería verse como un luminoso gustazo- el buen manejo de nuestras palabras, como un arte que además nos concede el acceso a una comunicación que hasta de milagrosa algo quizá tenga.

Forofo de nuestra lengua, no necesito ser importante, que no me tengo por tal, para sentir que el respeto por la labor de la RAE se tambalea cuando sus devaneos con la frivolidad entorpecen una enseñanza cuyos mejores anclajes también deben ser, entre otros, la firmeza y una exigencia sin temporada de rebajas.         

jueves, 2 de marzo de 2023

Qué cosa, la "tele",

 

qué escaparate amontonado de entretenimientos.

-¿Algún ejemplo?

-La tira. Desde la visita de esa comisión que nos viene de la Europa relativamente unida, para vigilar el uso, el repartito, de los fondos, porque no se fían, como Ferrovial, de estos gobernantes modelo “tito Berni”, pasando por la mascletá, hasta el Valle de los Muertos que, en los documentales sobre el antiguo Egipto, no suena para nada a “economía productiva”.

-Claro. ¿Y Lagarde?

-Insiste en que la inflación frenará a cambio de estrangularnos a todos; que dice ella que eso desinfla mucho.

-¿Un dato más?

-Ya lo creo: +- 7 millones de opositores o así, buscando una “colocación”.

-Tela. ¿De edades?

-20, 3o, 40… De 50 en adelante, ya van tirando la toalla.

-¿Mayormente jóvenes?

-Que extremando la prudencia hasta las lindes de una relativa cobardía, aspiran a un empleo de funcionarios públicos que promete seguridad, estabilidad y algún que otro privilegio (sí, sí, cholletes, un cierto relax, productividad poco exigente, remolona), cositas que no se encuentran en la empresa privada.

A cambio les queda el compromiso del voto sometido al gobierno de turno que es el que paga esos salarios.

No son demasiados los mozos que, si hace falta, porque la hace, emigran para intentar abrirse paso y echarle un pulso a un tiempo y a una sociedad que infortunadamente se manifiestan día a día más ásperos. Es ese modo de buscarse la vida el que más consideración merece. El que solía ser característico del empuje que de la juventud se esperaba. Sólo que, de un tiempo acá, se nos han vuelto modernos de boquilla y antiguos de ánimo y caparazón. Y ya, desde el “cole”, con más derechos que ganas de hacer los deberes.

Generaciones de hoy, asustadizas y criadas en la comodidad del inflado “estado del bienestar” y otras molicies, abdican de todo aquello y, con un dejo de insolidaridad egoistona, no se plantean que si TODOS, DE GOLPE, nos volviésemos funcionarios (que ya hay de sobra) El Corte Inglés, Mercadona y Zara, por sí solos, no podrían producir (economía productiva) bastante dinero para sufragar, SUPERVÍA IMPUESTOS, tantas nóminas.

-Y entonces, ¿todos al paro? ¿Momento quiebra?

-Fijo. Pero la tendencia es el “aquí y ahora, y sálvese quien pueda”. Esa visión tiene la facción más “diligente” de nuestros alevines.

-Vaya.