jueves, 5 de febrero de 2015

Efeméride



Mecida por suaves alergias sentimentales y por zozobras más intensas de lo que quisiera para ella, mi unigénita arriba a su efeméride.
Hemos compartido vaivenes, cambios de temperatura, la inclinación etílica que, sin muchas esperanzas, intento moderarle, oscilaciones de los resultados en la báscula y sobre todo…
¿Sabéis esos factores, ciertamente sutiles, que de neurona a neurona tejen los armoniosos e invisibles encajes de la coincidencia, del sentido del humor, de la afición por la palabra bien hecha y bien dicha, el aroma del jazmín y el azahar, esas delicadezas por las que poca gente parece tener aprecio?
Cuando me vuelva mago, fabricaré un inédito crisol, una fórmula única, y después un neologismo deslumbrante, una joya jamás vista que, aun si se quedara corta, pueda simbolizar un voto de feliz cumpleaños como éste de hoy, Irene.

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