Illa quiere
que Ayuso secunde, imite su autonómico expolio impositivo para que, haciendo tabla
rasa, le disimule todo lo que él exprime para tan discutibles o impresentables
resultados. Así que la acusa de “deslealtad”. Él, Salvadorilla, nombre de
gitanita bailaora zapateando en “tablao”, ladino perfilero y discreto cuando el
covid y aupado a su actual cargo con la cuchipanda del embustero mayor y otros
coleguitas. Ayuso, más bien, ni caso.
Eso en plena
ola de calor, que los reporteros de calle (que se ve que siempre hacen las
encuestitas en Sevilla, por ser muy guapa la ciudad y su gente, cordial y
dicharachera) reciben una y otra vez el comentario unánime sobre las altas
temperaturas vigentes, como cada verano, de muchos ciudadanos que -según las
mierdas que cuenta el “presi”- viven en un país feliz aunque haya que
resignarse al abanico y, todo lo más, al socorrido ventilador.
-¿Y eso?¿Y el aire acondicionado?
-Que años atrás se iba pudiendo; pero estos
últimos no se alcanza al recibo de la electricidad.
-Así que…
-… que los barandas ni se enteran, ni quieren, del
asunto, “a salvo en el jardín de la pereza”, en sus despachos perfectos de
refrigeración y confort y en sus viviendas “guays” que todos les pagamos con el
chollo político y escalafonario.
-¿Sueldos, prebendas y dietas…?
-No quedan fuenteovejunas: manejable el paisanaje,
amansado y distraído, no se oye más que el ruido.
-¿Y no se sale a linchar?
-Sólo a por la cervecita y los nebulizadores, en
el bar.
Totalmente de acuerdo
ResponderEliminar