lunes, 21 de julio de 2025

La singularidad de la tarde de ayer

 

Caracterizada, entre otras cosas, por una generalizada pulsión de perfeccionismo en el ámbito del bricolaje y las manualidades, que la reciente modificación de su estado civil no lleva trazas de alterar, Lady Taladro aplica minuciosamente una larga línea, blanca e inmaculada, de material sellador en recalcitrante grieta originada en cierto sector del rodapié con el que la solería limita el gramón del jardín.

Estorbada mínimamente, aunque de modo chocante, por alguna hormiga bulliciosa e inoportuna, el Hipocampo (desde su fatalista y flotante condición de acólito fantaseador) le sugiere la posibilidad de extender el material citado incluyendo al insecto como en catafalco o mausoleo definitivo, lo que producirá, al cabo de los siglos y en los análisis de los teóricos de la investigación arqueológica, un asombroso efecto similar al de los mosquitos y otros seres del remoto pasado que luego se descubren inmersos en cápsula englobadora de ámbar o así.

Que una imagen suele dar ocasión a otra (“de aquí no sale nadie hasta que sepamos lo que significa eufónico”), a la memoria también acude el concepto, la palabra TRILOBITE y, entre risas, cabrá usarla como vocativo, como interpelación o llamada campechana en convocatorias futuras a algún colega, del modo:

-¡Hey, tú, trilobite!

 

No se descarta que la frecuentación esporádica de atestadas playas inmediatas esté afectando, por más que de manera incipiente sea, a la siempre delicada y frágil fórmula que define en los diagramas de los estudiosos la relación estructural de sus (del Hipocampo) asendereadas neuronas.        

1 comentario: