Sabedores de
mi predilección golosa por esos seductores antojos -navideños y más- que el
diccionario llama, y hace bien, mantecados; y habiendo conversado de ello en
alguna ocasión con A y A (navarros dilectos, suerte de sobrinos en el afecto y
la consideración), me hacen llegar desde su hermosa comarca muestras del
delicado pastelillo que unos acreditados especialistas que ellos conocen ponen
a disposición gozosa de los, como este redactor, aficionados del ramo.
Catadas que
han sido (a las muestras me refiero) y ponderadas debidamente, procede declarar
que no sólo en Estepa sino también en otras latitudes de nuestro mapa (non solum sed etiam), gentiles y
laboriosas personas y empresas tienen a bien, con método y conocimiento, hacer
realidad este sueño nuestro, menor, dulce y más o menos redondito.
De esta
tesitura -y de otras más sutiles y cordiales- A y A vienen teniendo detalles cuya
espontaneidad es muy de agradecer. Un abrazo, niños.
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