viernes, 27 de julio de 2018

Chulerías

Creyéndose (o fingiéndolo) los absolutos, indiscutibles y excluyentes dueños del cortijo catalán, los revoltosos gamberros políticos del separatismo, para la indecente provocación, han dado en el capricho de sembrar de llamativos simbolitos amarillos las plazas, las calles, las carreteras y cuanta cosa encuentran a su devastador paso de plaga.
Y cuando el personal adverso a su fascismo se atreve a resistirse de manera activa, tuercen la verdad (qué raro) y chillan haciéndose las víctimas.
-- ¿Y tú crees que obedecerán al Tribunal de turno y quitarán esas afantasmadas verbenas?
-- No parecen dispuestos. Porque a ti y a mí, como no respetemos eso del radar, la DGT nos manda la foto y nos cobra la multa, fijo. Eso es la ley; pero con ellos, se diría que ésta no reza...
-- Admirable, que decía Rubén Darío. 

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