Patio de Monipodio, vertedero
de un notorio excipiente de basuras
a precio de tesoro. Caraduras
insignes diplomados de trileros.
Las tragaderas del público ignaro
se solapan en un"snob" mohín
y, noveleros, los más "enterados"
cierran filas si suena el cornetín
que los atufa con sones sagrados:
es la Tribu que ruge enardecida
al pie de la pirámide estragada
de "inventos" imposibles y homicida,
zarrapastrosa burla agazapada.
Incluso si reluce, ¿quién ha dicho
que es oro lo que la insolencia expone?
¿Se supone de un sanedrín de bichos
que son todo un ejemplo como artistas,
o más bien son coristas,
grotescos pintamonas con caprichos?
Vale que es Carnaval
pero en Arco sobran los fantasmones
con morros de un tamaño sideral.
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