miércoles, 25 de febrero de 2015

De cuando entonces



Evoco tus matices: por tus ojos felices
la ilusión relucía. Recuerdo que tenías
un anillo latino, de grado y travesura;
el pelo, largo y fino, casi hasta la cintura,
con las puntas, a veces, bifurcadas;
y unas botas de alta caña, ajustadas.

Quince años después: conversación cortés.
Tu maquillaje, a punto; tus viajes y asuntos.
Tus manos de casada, más sabia, la mirada.
Tu estilo americano con detalles mundanos
de señora de lujo y de dinero
a quien mece el Caribe, lisonjero.

Entonces como ahora: con tus celos de mora,
tu nariz increíble y tus pechos sensibles…
Y tu dulce sonrisa, y tu voz de clarisa.
La querencia en el fondo de tu amor loco y hondo,
de tus cielos secretos y privados
en mis noches y sueños más amados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario