martes, 31 de octubre de 2023

Rubia y guapa y con los ojos azules

 

O sea que muy buena estampa. Y si las noticias que de ti se difunden son verdaderas, y lo visible de tu comportamiento también parece acreditarlo, buena chica, responsable y formal con los estudios y con la losa gigantesca que te va a caer -ya te está cayendo- encima.

Porque así a bulto, la lectura fácil y boba, o intencionada, es la de los privilegios heredados en la cuna dinástica y bla, bla, bla. Pero cuando bien podrías permitirte esquivar la tarea que te espera, vas y la asumes: ponerte, cuando toque y si la cosa da de sí, al frente de este país revoltoso, algo irreflexivo e inconsecuente, que se deja amansar y distraer con esto y aquello, y se adormece en la fiesta y los “puentes”, siendo además presa propicia al envenenamiento y a la rastrera aspereza que sin ir más lejos, hoy, y para hacerse notar, han vuelto a enarbolar esos groseros energúmenos, esos cerdos de la política, beneficiados del chollo aunque ingratos remisos para la educación y el respeto que te deben por lo que simbolizas.

El horizonte pinta jodido, niña Leonor. Que Dios te reparta, como a los toreros, suerte. A todos va a hacernos falta.

domingo, 29 de octubre de 2023

Preguntando

 

Porque tan gran distancia es engañosa

parece lento tu desplazamiento:

redonda y luminosa,

prestigiosa de magias y de cuentos.

 

Ahí enfrente te veo,

en tu cadencia astral ensimismada,

musa quimérica, gentil trofeo

de poetas, de brujas y de hadas.

 

También fui yo, en las noches venturosas

y los amaneceres lisonjeros

-en una góndola de vino y rosas-

uno más de tus fans y tus remeros.

 

De aquello emite sombras burladoras

este ánimo cansado, “de diseño”.

Casi noviembre ya. ¿Cambiar la hora

de los relojes es cambiar los sueños?

 

Ya me dirás, Luna.

jueves, 26 de octubre de 2023

Precedida de altas expectativas,

 

como corresponde al lustroso e ilustre plantel de sus participantes, “Los asesinos de la luna”, sala llena, concentración considerable y necesaria, actitud respetuosamente seria, claro que íbamos a ir a verla.

Y vale que es el peliculón que cabía esperar, esmaltado con la maestría que esos veteranos -De Niro, Di Caprio, Scorsese, luces indiscutibles de un cine americano curiosamente, coincidentemente plagado de gentes con raíces más o menos italianas- que lo manejan a su sabio antojo de experimentados artistas de lo suyo y profesionales a más no poder.

Impresionante de viejas estampas (auténticas o no que sean) documentando una época y unos aconteceres que, de nuevo, retratan las tensiones y las pasiones que caracterizan, y lastran, el comportamiento de esta especie conflictiva que “semos”.

Los nombrados líneas atrás afirman sus relieves, o se calcan a sí mismos, con justo fundamento. Y sería atrevimiento enmendarles la plana. Sólo que las posaderas del espectador agradecerían el detalle -posible- de una posible y razonable disminución de ese metraje XXL al que es tan aficionado Scorsese.               

sábado, 21 de octubre de 2023

De la curiosidad a la decepción

 

Anoche, por TV2, emitieron “Belle de jour”, con todas las alharacas que se suelen conceder a las “vacas sagradas” y a sus “obras cumbre”.

Tan de su “etapa francesa” es la “peli” que, en los créditos, nuestros gloriosos vecinos del otro lado de los Pirineos no consideraron necesaria la tilde o virgulilla sobre la eñe del apellido Buñuel.

Y en fin, ahí estaba el Hipocampo en el sofá, resuelto a verla (a la “peli” me refiero) de nuevo, 56 años después de cuando en Santa Fe de Bogotá, donde ya entonces no había censura.

Casual muestrario de lo que parecen obsesiones y morbos del director aragonés, el film no ha resistido el paso implacable del Tiempo: y queda, a estas alturas de lo vivido y de lo ocurrido, casi inocentón/ridículo, discontinuo, tocado de ese caprichoso surrealismo gratuito que algo efímero fue y tan pasado de moda asoma, a base de personajes artificiales y cuadros superpuestos, con no siempre lograda ambición de rompedores, digan lo que digan los sesudos apologistas invitados por el programa.

Ni, aunque apuntaba, la joven Deneuve había madurado todavía lo que luego ha sido su permanente, deslumbrante, casi intocable hermosura que ahora cumple 80 añitos, vaya.               

jueves, 19 de octubre de 2023

Ya os lo dije

 

El desajuste es que ya, en este tiempo echado a perder, con los ánimos acorazados contra la sensibilidad, el cine inteligente, elegante, impecable de forma, dialogado, al que la maestría y el talento de Woody nos convoca una y otra vez, corre el albur de resultar natural, incluso tocado de ternura, que son por lo que parece valores a la baja.

Hermosa de localizaciones, clásica y guapa de fotografía, con música de jazz al fondo (la afición, que no se pierda) y con un argumento y unos personajes desarrollados con sabios resortes que condonan lo que tiene de convencional, la última de Mr. Allen, “Golpe de suerte”, es un bombón que sólo apreciarán escasos paladares sobrevivientes.

Es lo que tiene el cine, ese refugio.

miércoles, 4 de octubre de 2023

De confesión ecléctica

 

Acogerse a sagrado o, en otra consideración, optar por el cine a 2 euros para “personas mayores”, que es lo que Las Salinas de Chiclana pone a disposición de los espectadores veteranos:

-Taquillera: ¿Más de 65 años?

-Hipocampo: Muy cumplidamente, no se imagina.

Así que ayer, otra sesión de tarde a solas, aire acondicionado para el rabioso “veroño” y el levantazo que, como el rayo, no cesan, cuarta (seguramente) entrega de esa comedia romántica de factura plenamente “gringa”, con toda clase de escenas trepidantes y la incorporación de incongruentes mercenarias con largas melenas que es lo más práctico para la ocasión.

Un tableteo impactante de volumen, emitido por armamento poderoso y variado, como para que la tripulación enemiga, numerosísima, ofrezca sin remisión “stock” de gente a abatir, los malos, por gente de bien, los buenos, entre óxido, motos cañeras, maxibomba que, de nuevo, amenaza con 3ª guerra mundial, y menos mal que la sepultan en el océano, elemento que queremos que lo aguante todo, para que allí estalle, y los peces que se jodan.

Hay que ir al cine, incluso a éste, previsible: no engaña.