Para el Hipocampo, adscrito a la cofradía del daltonismo, no se trata del color, del adjetivo adjunto, del negro.
Sino del substantivo.
Así que llamarle humor a la basura y al odio es hacer una trampa perversa al Diccionario y a la sana, conveniente y leal comunicación entre las personas.
Es infectar las ideas falsificando las palabras: igual es otra forma de violencia terrorista.
Y cabe la posibilidad de que incluso los pescadores de ese infame río revuelto que se anda propagando, terminen ahogándose en él. Lo que dicen del karma, o sea.