En estos tiempos de mamarrachos y cosas peores, con más motivos, doblemente, se agradecen los 45 minutos de ininterrumpida enseñanza, de sensatez, de integridad, que el veterano ex-ministro Corcuera ha concedido hoy en la primera parte (la de mayor enjundia) de Espejo Público.
Susanna casi no osó intercalar algo que justificase su papel de presentadora. Y cuando los periodistas de la mesa llegaron al turno de palabra, después de guardar un profundo silencio escolar, en el breve tiempo restante y a excepción de Casimiro, ya se vio la talla de cada uno.
No nos ha sorprendido, que este socialista de los verdaderos, viene apareciendo en otras emisoras y su mensaje canta las cuarenta con tanta contundencia como razón a ese cotarro de dirigentes "blandiblú" que sin méritos y con variados disimulos en la ideología adaptada, comanda el insípido, indeciso y resbaladizo/falsorro Sánchez.
El Sr. Corcuera ha dado un ejemplo, sin faltar un ápice a su decencia, de político de los que andamos más que faltos en España.
En cambio, Chaves y Griñán, se han lucido a fondo, aculados en tablas, con torpes excusas inverosímiles, durante la comparecencia en la Comisión. Abochorna saber que esta gente es la que decide por nosotros.