jueves, 23 de abril de 2015

Tenemos una edad



La visita, contemplando la escena, detectando el visible cariño, preguntaba:
¿Cuánto tiempo hace que estáis juntos?
Más de doce años, contesté.
¡Y todavía tus caricias son de deseo cuando, después de jugar con su descanso al sol más que tibio de este abril, improvisando una repentina ducha con la manguera del jardín, luego procedes a secar con mimo (disfrutando, acariciando la elegancia femenina de sus formas) las gotas que, si no, dejarían señales, como lunares de un traje de flamenca!
Bueno, ya tenemos una edad; y algunas arrugas. Pero, aun con el cilindro que le falla, esta tarde soltará el ronroneo cautivador de su puesta en marcha: vamos a Cádiz, que ya recibieron la pieza de acero pendiente para el parabrisas de la “trike”.
Será un paseo tranquilo: somos una pareja sosegada, lejos de las urticarias ridículamente “rebeldes” que tanto estorban a Goytisolo, a la hora de ponerse el correspondiente traje para la ceremonia.

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