viernes, 12 de diciembre de 2014

Tecnicismos y triquiñuelas



Nadie va a creeros, si se lleva a cabo. Por irreprochables técnicamente que puedan ser esos rigores escrupulosos, ese estricto cumplimiento de los turnos previstos o como se les llame, la implacable/inaplazable/incontestable sustitución o desplazamiento o postergación al papel subalterno (¿a que hay palabras para intentar camuflar el lío de la madeja?) de Ruz como juez de apoyo, no va a sonar a nada más que a pringosa maniobra en procura de estorbos presentes para el desarrollo de los juicios en curso y eventuales prescripciones y otras añagazas legalistas para esa panoplia de delitos de dinero, de corrupción “multicolor” en la que anda metida gran parte de vuestra cuadrilla.
Incluso si han de ser peores aquellos que os echen, os lo mereceréis con sobresaliente.

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